El Gobierno ha rebajado al 1,6% su estimación de crecimiento para este año, dos décimas menos que el 1,8% anterior, y ha elevado la tasa de paro hasta el 13,6%, más de un punto por encima de la última previsión, de acuerdo con el nuevo cuadro macroeconómico que acompañará los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2020 que el Ejecutivo quiere tener aprobados para antes del verano.

Así lo ha anunciado la vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, al término de la reunión del Consejo de Ministros, donde ha indicado que esta previsión es "prudente" y está en línea con las de los principales analistas nacionales e internacionales.

Para el próximo año, el Gobierno prevé un crecimiento del 1,5%, que se elevará al 1,6% en 2020 y al 1,7% en 2023, mientras que la tasa de paro pasará del 13,6% este año al 13% en 2021 y acabará en el 12,3% en 2023, la tasa que el Ejecutivo esperaba lograr ya este mismo año.

Calviño destacó que el Gobierno tratará de compaginar el crecimiento inclusivo y la sostenibilidad de las cuentas públicas desde los principios de la "prudencia, la responsabilidad y el realismo", y resaltó que España seguirá creciendo por encima de la media de la UE en los próximos años.

Según la ministra, la combinación de crecimiento y saneamiento de las cuentas públicas ha permitido renovar la confianza de los inversores en la economía española. "Se trata de reducir lo más rápidamente posible el déficit y la deuda públicos pero sin poner el riesgo el crecimiento económico y la creación de empleo", subrayó Calviño.

De acuerdo con el desglose del cuadro macroeconómico, el consumo privado crecerá este año un 1,5%, más o menos la misma tasa hasta el 2023 (un 14% en 2021 y un 1,3% los dos años siguientes), mientras que el consumo público aumentará un 2% y se reducirá hasta el 1,6% en 2023.

Por su parte, las exportaciones crecerán un 2,7% este año, pero se irán acelerando al 2,9% en 2021 y por encima del 3% tanto en 2022 como en 2023; al tiempo que las importaciones repuntarán un 2,6% en 2020 y también se acelerarán hasta el 2,9% al año siguiente y por encima del 3% en los dos ejercicios posteriores.

Junto con la tasa de paro, que aún superará el 12% en 2023, el Gobierno prevé que el empleo crezca un 1,4% tanto este año como los dos siguientes y para 2023 estima una ligera aceleración hasta el 1,5%, más o menos en línea con la previsión de crecimiento económico.

Calviño destacó que la economía española cerró 2019 de una forma "positiva", con un crecimiento del 2% en el conjunto del año y una aceleración del crecimiento en la segunda parte del año al moderarse algunos de los riesgos e incertidumbres del exterior, por lo que aseguró que la economía española sigue manteniendo un claro "diferencial positivo" de crecimiento respecto a la zona euro y a los países del entorno, a pesar de la "senda de moderación" del PIB desde el máximo alcanzado en 2015.

Crecimiento más robusto y equilibrado

La vicepresidenta resaltó que el crecimiento de España es ahora "más robusto y más equilibrado" que en anteriores fases expansivas y, en este sentido, apuntó que tanto la demanda interna como la externa están contribuyendo positivamente al crecimiento del PIB, por lo que los fundamentos de la economía española "son ahora más sólidos que en el pasado", con un superávit de la balanza por cuenta corriente y una mejora de las exportaciones pese a unos mercados internacionales cada vez más competitivos.

Asimismo, resaltó que la creación de empleo se ha mantenido a un "ritmo robusto" en línea con el ciclo económico y añadió que el "dinamismo" del mercado laboral ha permitido cerrar el año 2019 con cerca de 20 millones de ocupados, un millón más que hace diez años, a pesar de que hay 1,4 millones de ocupados menos en el sector de la construcción. No obstante, Calviño admitió que la creación de empleo se está "desacelerando", pero dentro de unos parámetros "francamente señalables".

Dicho esto, afirmó que todavía "persisten algunos legados de la crisis económica", como el "alto nivel" de desempleo, el déficit y la deuda públicos, o la desigualdad, que no se ha recuperado tras la crisis. "Estamos firmemente comprometidos con la reducción del déficit pero sin poner en riesgo el crecimiento y el empleo y siempre dentro de las normas comunitarias", subrayó.