La entrada de cientos de miles de estadounidenses en el mercado laboral explicaría el ligero repunte en el desempleo, que se situó en línea con las expectativas.

Las cifras divulgadas hoy por el Departamento de Trabajo revelan que la primera economía mundial creó 89.000 nuevos puestos de trabajo en agosto, muy por encima de la pérdida neta de 4.000 puestos estimada inicialmente.

El gobierno también revisó al alza la cifra de julio, un mes en el que se crearon 93.000 nuevas posiciones y no 68.000 como se había calculado previamente.

Además, septiembre fue el mes en que se generaron más plazas laborales desde mayo pasado. El dato superó las previsiones del consenso de analistas que esperaban 100.000 nuevas posiciones.

Los expertos esperan que la tasa de desempleo aumente hasta el 5% para finales de año, un dato relativamente bajo desde el punto de vista histórico.

Por lo demás, los datos publicados hoy sugieren, en opinión de los observadores, que la peor crisis inmobiliaria de los últimos 16 años ha frenado, pero no descarrilado, la locomotora económica estadounidense.

Más sueldo

En el recuento sectorial, la industria de la construcción fue una de las más perjudicadas por la reciente tormenta financiera, al recortar 14.000 puestos en septiembre. Las fábricas estadounidenses redujeron sus plantillas en 18.000 personas el mes pasado y los minoristas en algo más de 5.000.

En el otro lado de la balanza se situó la industria de servicios, con 44.000 nuevos trabajos en educación y salud y 37.000 en el sector gubernamental.

Los que tienen trabajo ganaron más el mes pasado. El salario medio por hora alcanzó los 17,57 dólares, un 0,4% más que en agosto. Los economistas habían pronosticado un aumento del 0,3%. En el último año los sueldos han aumentado un 4,1%.