Bosco y Clacowsky son dos bandas que beben de las fuentes del rock psicodélico de los años sesenta, pero también de los recursos poéticos, teatrales y performánticos. En sus directos, como demostrará este viernes en Cartagena, las atmósferas creadas son consideradas alivio de espíritu.

Bosco es una banda diferente. Tanto su música como su forma de hacer, son singulares. Artísticamente ofrecen cosas interesantes, originales. También en el plano estilístico, inventándose una puesta en escena distinta.

¿A qué suena Bosco? El combo murciano es inasequible a la norma, y quizás ahí radica su virtud. Paradiso, su nuevo disco, será tan solo la primera pieza de un conjunto mayor; una trilogía que tomará como referencia estética y estructural La Divina Comedia de Dante Alighieri. Al igual que hizo el autor a lo largo de las tres partes en que dividió su obra magna, Bosco conducirán al oyente a través de los parajes arquetípicos del Inferno, el Purgatorio y el Paraíso. Bosco han elegido Paradiso como la primera parada de esta trilogía, y en Telar Sónico, avance de su nuevo disco, envuelve su particular misticismo con una nueva sonoridad festiva que roza el funk, el indie o la música disco.

El encuentro de Bosco y Clacowsky supone una oportunidad única para disfrutar de los conceptos que nos proponen, tanto musical como literariamente. En sus directos existe una llamada a la lucidez pero también a la locura, al surrealismo mágico y a la psicopoesía.