El Teatro Romea de Murcia acoge mañana la obra Smoking Room, dirigida por Roger Gual -director y guionista, junto a J. D. Wallovits del filme en el que está basada esta adaptación- y protagonizada por un elenco de lujo formado por Carlos Chamarro, Secun de la Rosa, Pepe Ocio, Canco Rodríguez, Nico Romero y Felipe García Vélez, que define esta obra como «una comedia agridulce».

Llevar a las tablas Smoking Room estuvo sobre la mesa de Gual durante varios años, pero el director teatral quiso dejar que pasase un tiempo tras la gran acogida que tuvo la misma en 2002, cuando tuvo lugar su estreno. Sin embargo, el año pasado el elenco -que entonces contaba con Miki Esparbé y Edu Soto- salió de gira por España por fin, logrando una gran acogida.

Aquí, la sucursal española de una empresa americana es obligada a poner en vigencia la prohibición de fumar dentro de sus oficinas. A partir de entonces, quienes quieran fumar en horario laboral deberán hacerlo en la calle. Ramírez, uno de los empleados de esta pequeña oficina -compuesta principalmente por hombres-, decide reunir firmas contra lo que considera injusto y fuera de lugar. Lo que pretende es que se utilice una sala desocupada en la oficina como sala para fumadores; smoking room, como dicen los americanos.

En apariencia, todos están de acuerdo y le van a apoyar. Sin embargo, en el tête à tête con cada uno de los empleados, Ramírez se encuentra con una serie de excusas para evitar formar parte de esta lista. Pero la mayoría de pretextos para no firmar esconden otros motivos... Y es que todos tienen algo que ocultar. «Un mundo de pequeñas intrigas que acabará explotando y provocando víctimas», advierten desde el teatro murciano.

Por supuesto, la obra es una crítica muy fuerte al entorno laboral, pero con muchísimo sentido del humor; punto, este último, que se ha potenciado con su subida a las tablas, explican los protagonistas, seis personajes totalmente distintos entre sí, perfectamente identificables desde inicio, «aunque luego cada uno te puede sorprender a nivel individual, porque todos esconden su historia», señalan.

¡Ah! Por supuesto, habrá humo en la sala, pese a la prohibición del tabaco en espacios públicos cerrados. Los protagonistas fuman un tabaco que procede de Alemania y que es legal en recintos teatrales y que están hechos de hierbas.