La magia nos ha acompañado a lo largo de la historia como una manera de explicar lo inexplicable, siendo el encanto que se añade a todo aquello que nos produce inquietud, curiosidad y admiración. La ciudad de Murcia acoge una exposición temporal en uno de nuestros museos, el Museo de la Ciencia y el Agua, sobre uno de los personajes más importantes en la historia de la prestidigitación, el ilusionista húngaro Harry Houdini.

Los que tenemos niños en casa, con los canales infantiles sintonizados a lo largo del día, no es raro que conozcamos la serie infantil Club Houdini, pero son muchos los que la siguen y no saben de dónde procede ese nombre. Pues bien, tenemos una historia realmente fantástica para contarles a todos los que nos quieran escuchar, pues cruzando el Atlántico vivió a finales del XVIII y principios del pasado siglo el mejor escapista del mundo.

Los niños siempre se esconden en algún rincón de la casa, se escabullen para darnos sorpresas y otras veces lo hacen porque han hecho alguna trastada y no quieren reprimendas. Y no es extraño que, cuando llegan las fiestas navideñas, en la consabida carta a los Reyes Magos aparezca el clásico juego de magia, por lo que esta exposición puede ser toda una experiencia para ellos.

Houdini era el rey del escapismo. Él llegaba a las cárceles y pedía voluntariamente que le encerraran, y siempre lograba salir de ellas. Un cuerpo labrado tanto física como psicológicamente lograron hacer de él un excelente renovador en los espectáculos de magia. Su personalidad y carácter hicieron que fuera pionero en el arte de la magia desde un punto de vista mediático, en una época en la que empezaban a despegar los primeros periódicos. Se convirtió en un auténtico fenómeno de masas; un dato que podemos aprovechar para hacerles ver a los niños la importancia de la comunicación.

En esta exposición, que impresiona ya desde la misma entrada por el color rojo intenso que llena todos los paneles, quedamos atrapados por un cartel de grandes dimensiones con la cara de Houdini, mirándonos fijamente, hipnotizando a todos los que nos adentramos en la muestra. La camisa de fuerza, las esposas que usaba en sus espectáculos, así como otros muchos artículos que pertenecieron al mago se hacen visibles en esta enigmática exposición que seguro encantará a los niños.

Houdini viajó a Estados Unidos a la edad de cuatro años, arrastrando las penurias de su todavía corta vida. Las dificultades por las que atravesaba su familia hicieron que, enseguida, buscara la manera de conseguir dinero para su familia. Los circos ambulantes de aquella época no tardaron en atraparle, despertando su curiosidad y haciendo que se interesara cada vez más en el mundo de la magia, que aprovechó para ganarse unas monedas en las ferias.

En sus espectáculos, Houdini empezó a usar al público, y su fama acabó llevándole, a través del boca a boca, a escenarios más grandes. Sin embargo, y pese a la expectación que generaba, nunca se supo cómo lograba escaparse de sus ataduras, era como si viviera dentro de una cerradura como parte de su propio cuerpo, como una prolongación de sus propias manos. Por ello, ésta es una exposición que podemos conectar también, por ejemplo, con la importancia de las llaves y las cerraduras en nuestras vidas. Y, de ahí, enlazar con el tema de qué están hechas las llaves, qué hay en el interior de las puertas y qué mecanismo hay para que se cierre o se abra una puerta, y que encuentren materiales a su alrededor que sean metálicos.

Es curioso porque podemos hacer una lluvia de ideas a raíz de una exposición sobre un mago muy importante y que nos derive en mil cosas más. Aprovechemos para buscar información en Internet antes de ir a la visita, para así ir adentrándonos un poco en la temática, así les despertamos la curiosidad y creamos un punto de inicio. La importancia de este dato es porque vamos a hacer que construyan su aprendizaje sobre un cimiento previo, no en el aire. También podemos hacerles preguntas sobre la serie de Disney Channel, ya que el nombre Club Houdini no es baladí: muchas veces sus protagonistas se quedan atrapados en un sitio y han de lograr salir de ese lugar con el uso del ingenio y de pistas en todos los capítulos.

Tras la visita a la exposición, os recomiendo pasar por la zona de paneles relacionados con el agua. En estos días en los que llueve más, cuando miramos la previsión del tiempo, podemos explicarles el ciclo del agua con el panel luminoso que hay instalado en el museo. Es una manera muy visual de comprender que el agua que tenemos en el mar, completa un ciclo gracias a la acción del sol, y que ese agua vuelve de nuevo tras pasar por varias fases. Así nosotros mismos podemos hacer magia, y lograr que la curiosidad se multiplique en los más pequeños. El conocimiento y el saber están ahí cerca, sólo hay que brindar la oportunidad, y está en nuestras manos.