Prometo (Warner), el cuarto álbum de estudio de Pablo Alborán en ocho años, fue el más vendido de 2017 en España. Alborán (42 discos de platino, 2,5 millones de copias vendidas, 3,6 millones de seguidores en Twitter...) ha regresado tras dos años de descanso: «Paré porque me sentía muy cansado y sin nada que contar», ha dicho. En Prometo juega con nuevos estilos e influencias, desde la música electrónica a la latinoamericana, pasando por el reggae y el flamenco. El músico ha repetido en varias ocasiones que se trata de su trabajo «más libre, honesto y transparente, nacido de la calma».

Desde el pasado mes de noviembre, Alborán no ha parado de acumular éxitos. Prometo alcanzó el número uno en menos de seis semanas y actualmente se mantiene arriba en la lista de ventas.

Cantante competente, con registro de tenor y una voz flexible apta para las ornamentaciones, Pablo Alborán, aspirante a baladista por excelencia de nuestro panorama musical, sigue el concienzudo apuntalamiento de una trayectoria que comenzó fulgurante. Mantener el éxito es el reto, y aumentarlo le puede dar ese título de baladista plenipotenciario al que aún aspira, aunque hay veces que parece haberlo conseguido. Romántico y sencillo -todavía, por suerte-, emana una dulzura que lo convierte en el yerno artista ideal.

El ´Tour Prometo´ con el que Pablo Alborán recorre las principales ciudades de España (inició la gira en Latinoamérica ) ha agotado las entradas para los conciertos que ofrecerá en Murcia los días 14 y 15 de septiembre. Después de estar casi dos años fuera de las cámaras y de los escenarios, se ha creado una gran expectación en torno a su vuelta.