Dijo Paco de Lucía que el flamenco es, posiblemente, la cultura más importante que tenemos en España. De hecho, para Jesús Álvarez, «escuchar, sentir y ver desgarrándose sobre el escenario» a uno de sus artistas es «uno de los mayores placeres de estar vivo»; y, para ello, pocos sitios mejores hay en nuestro país -y, por tanto, en el planeta- como La Unión, «capital mundial del flamenco» cada mes de agosto, aseguró este jueves el reputado periodista de RTVE.

Y es que Álvarez, recién aterrizado tras cubrir para el ente público el Mundial de Rusia, ejerció ayer de pregonero de esta 58 edición del Festival Internacional del Cante de las Minas; que, si bien comenzó este miércoles, no fue hasta ayer cuando verdaderamente echó a rodar con la lectura, en el antiguo mercado público, del texto articulado por el veterano periodista madrileño, poco «amigo» de los pregones.

«Reconozco que me siento como el gran Lope de Vega cuando Violante le mandó hacer un soneto y en su vida se había visto en tal aprieto», bromeaba Álvarez poco antes de entrar en faena. «Cuando me hablaron del Cante pensé que el que iba a dar el cante iba a ser yo, porque a mí, en todo caso, lo que me hubiera gustado es cantar otro gol de Iniesta en el Mundial que nos hubiera dado la copa...», insistió el periodista. Peroque nadie se fuera a pensar en la ‘Catedral’ que el conocido presentador acudió ayer a La Unión a disgusto.

«Dicen que quien pisa donde lo hicieron sus antepasados, pisa bien -comenzaba el texto, preparado durante sus «pocos ratos libres» en Rusia-. Y qué mejor lugar para hacerlo que aquí, donde mi padre, por aquellos albores de los sesenta, presentó una de las primeras ediciones de este festival», recordaba el orgulloso pregonero, cuyo progenitor, Jesús Álvarez García, ayudó a la promoción de las primeras ediciones del Cante junto a figuras como Esteban Bernal, Asensio Sáez o Pencho Cros. «Quién podría imaginarse, por aquel entonces, que cincuenta y tantos años después, este festival seguiría respirando el cante profundo de la mina, y que yo recogería el testigo de aquel periodista que regó con su presencia esta aventura que nos une y emociona», preguntaba al nutrido público el protagonista.

La respuesta al porqué de su longevidad es sencilla, según el periodista, y está en el mismo corazón de los unionenses. «Sois ejemplo de constancia y buen hacer, ejemplo en el que las nuevas generaciones pueden y deben admirar la capacidad de hacer los sueños realidades, manteniéndose fiel al compromiso con la tierra y las costumbres, con el espectador y el artista, al mismo tiempo que abraza la calidad, la enseñanza y el respeto por el flamenco y la cultura universal», dijo desde su atril.

Por ello, «este festival está vivo, más vivo cada año, pues resulta inquebrantable su espíritu de unión, haciendo honor a su tierra, y de descubrimiento del talento que se forja en las voces, el cuerpo y en los instrumentos que cada año suenan y deleitan los aires que respiran los espectadores del Festival Internacional del Cante de las Minas». Algo que, para el periodista, hace a esta tierra «digna cada año de aquella primera voz andaluza que lanzó al aire las primeras notas flamencas de la Región». Y, como es buen aficionado, una empresa como la que ayer expuso en el antiguo mercado público, no pudo, de ninguna manera -y pese a su enemistad con los pregones-, convertirse en un mal trago.

Es por ello que Álvarez no pudo evitar agradecer al alcalde, Pedro López Milán, y al también periodista Pepe Castillo Abreu el encargo; a ellos, y a La Unión, que despidió a su pregonero con un sincero aplauso mientras saludaba con una sonrisa el despegue de esta 58 edición.

Hoy, primera gala

De hecho, hoy tendrá lugar en ese mismo espacio la primera gala flamenca de esta quincuagésimo octava edición, que tendrá como protagonistas a la cantante malagueña Diana Navarro y al cantaor sevillano Miguel Ortega.

Navarro actuará en primer lugar, y aprovechará la coyuntura para presenta Resiliencia, su último trabajo, en el que predomina el pop y la electrónica, aunque sin olvidar sus raíces. Después lo hará Ortega, un habitual en los discos de todo un virtuoso como Vicente Amigo. El concierto comenzará a las once de la noche y el precio oscila entre los 30 y los 76 euros.