Cuando Carlos Alcaraz Garfia (Murcia, 5 de mayo de 2003) era un niño de cuatro años, su padre, también de nombre Carlos, destacado tenista en la década de los ochenta y entrenador de la escuela de la Real Sociedad Club de Campo, de El Palmar, no encontraba la fórmula para conseguir que Carlitos dejara de jugar todas las tardes y volviera a casa. Con una raqueta, una pelota y una pared era feliz. No necesitaba más.

Sus padres llegaron a apuntarlo una temporada a un equipo de fútbol sala para saciar su hiperactividad deportiva. Pero el tenis, ese deporte que había respirado desde que nació en su casa, terminó por triunfar y convertirse en un estilo de vida, como ocurrió con su padre cuando su abuelo Carlos decidió ser uno de los primeros socios de ese club de cazadores -Real Sociedad Tiro de Pichón- que en los años setenta vivió un proceso aperturista con la construcción de varias pistas de tierra batida.

Diez años después, este joven murciano es una de las grandes promesas del deporte español, como ha dejado claro en un mes de julio espectacular, ganando su primer torneo del circuito mundial ITF Junior, donde se enfrenta a rivales tres años mayor, el Campeonato de España cadete y el Europeo sub-16 de Moscú, donde mostró la calidad individual y la determinación que le han convertido en un jugador único en las nuevas generaciones.

Y es que Alcaraz, el segundo de cuatro hijos del matrimonio Carlos Alcaraz-Virginia Garfia -sus hermanos son Álvaro (18 años), Sergio (8) y Jaime (7)-, tiene una derecha espectacular, con la que saca a su rivales de la pista, pero su principal virtud no está en su amplio repertorio técnico, cuidado con esmero desde que niño, sino en la madurez, en ser capaz de convertir una situación límite en una gran oportunidad.

Donde otros jugadores de su edad ven un problema, él dibuja una ocasión para dar un paso más adelante, siendo capaz de hacer fácil lo difícil.

Él viaja en alta velocidad, pero sin saltarse etapas, bajo la mirada atenta de un equipo técnico fiel, donde su padre es solo un observador, manteniéndose en un papel secundario pese a ser entrenador de profesión. Para ello, para pulir los detalles y ayudar a crecer a Carlos están Kiko Navarro y Álex Sánchez, quien también realiza labores de preparador físico.

Pero desde esta semana, debido a la etapa exigente en la que se encuentra inmersa su carrera deportiva, se ha sumado la experiencia de Juan Carlos Ferrero, todo un ex número uno del mundo. Por ello, ni Carlos ni su entorno se plantean marcharse a vivir fuera de El Palmar para seguir avanzando, como antes era imprescindible hasta que varios tenistas, entre ellos el murciano, Nicolás Almagro, que llegó a ser número 9 del mundo bajo la dirección del jumillano Antonio González Palencia, rompieron esa ´estadística´.

Con 10 años, en categoría benjamín, ya dio buena cuenta de su potencial cuando se presentó en la Smirka Bowl U10 de Croacia siendo un desconocido y se plantó en la final. Después, en alevines se hizo con dos trofeos del Nike Junior Tour, así como el Master Longines Tour, otros dos campeonatos del exigente Tennis Europe U-12, el Mutua Madrid Open o el Master del Circuito Rafa Nadal, su ídolo, el hombre que le inspira y del que visiona vídeos antes de entrar en los partidos.

Después, siendo infantil de primer año, ya disputó el torneo francés de Tarbes, el Roland Garros para jóvenes, mientras que en 2017 llegaron dos títulos por equipos con la selección española, las copas de invierno y verano, el Masters sub-14 de Londres y el subcampeonato de España cadete siendo jugador de primer año. En 2018 casi todo lo que ha tocado lo ha convertido en oro desde los primeros meses, ganando sus primeros puntos ATP con 14 años, más joven que Rafa Nadal. Su próximo reto es participar en enero en el torneo reservado a júniors del Abierto de Australia.

Alfonso López Rueda y la empresa IMG, dos apoyos imprescindibles

Detrás de todo tenista hay siempre apoyos fundamentales para poder avanzar en un deporte complejo. Tras cada uno de los pasos que da Carlos Alcaraz desde que tenía diez años se encuentra un empresario murciano, Alfonso José López Rueda, presidente del grupo empresarial Postres Reina, quien ha prestado una colaboración económica fundamental para que el murciano haya tenido acceso a participar en torneos en el extranjero. Y la otra pata imprescindible es la que pone International Management Group, más conocida como IMG, la mayor y más influyente empresa de representación de deportistas en todo el mundo, que a través de Albert Molina, cuida todos los detalles de la carrera del talento murciano.

Fiel a sus orígenes

Mantiene su base de entrenamientos en El Palmar. Carlos Alcaraz y su entorno han decidido que no hace falta ´emigrar´ para alcanzar la cima del tenis. De hecho, sigue fiel a su club de siempre, la Real Sociedad Club de Campo de El Palmar, y en su equipo técnico están, desde el inicio, Kiko Navarro Lorca y Álex Sánchez. A ellos se ha sumado ahora Juan Carlos Ferrero para aportar la experiencia necesaria para los retos que se avecinan.