Pablo Rodríguez, Isa García, David Poyato, María Nortes y Ana López son algunos de los componentes del grupo de 15 amigos que, desde el martes por la noche, espera en la puerta del estado Nueva Condomina de Murcia a que llegue por fin mañana, viernes, para disfrutar del recital que darán sus ídolos. Y sus ídolos son los concursantes de la última edición de Operación Triunfo, un formato que resurgió de sus cenizas para hacer honor a su nombre. El programa lo ganó Amaia, aunque los chicos a quien quieren ver es, especialmente, a una de las finalistas, la canaria Ana Guerra.

«Hemos preparado una sopresa a Ana y también llevamos unas letras enormes en las que pone Mimi», explica a LA OPINIÓN Ana López, una de las jóvenes a las que ayer les tocó hacer noche al raso. Mimi (rebautizada hace unos días como Lola Índigo) fue la primera expulsada de esta edición del concurso, lo cual no significa que no se haya hecho con una buena legión de incondicionales. Mimi y Ana Guerra, además, forjaron una amistad en la Academia que ha desembocado, anuncian, en proyectos profesionales conjuntos.

Mientras las artistas vienen camino de Murcia, sus fieles las esperan. «Vamos haciendo turnos», relata Ana López, murciana, como el resto de sus amigos, que se conocieron precisamente en una firma de discos de la última hornada de 'triunfitos' y ahora se juntan para ir a los recitales.

Son todos muy jóvenes: tienen edades comprendidas entre los 16 y los 18 años. En cuanto a qué opinan sus padres de que lleven tantas horas en la puerta del estadio, Ana López comenta que lo achacan al «fenómeno fan». «Ha costado convencerles», admite la murciana.

Pero, una vez convencidos, sus progenitores aceptan la pasión de sus hijos, que se han instalado toda una 'choza' en la que subsistir, por turnos, hasta mañana por la noche, cuando por fin puedan entrar al estadio. Ana Marín, Angélica, Julia, Nuria y Blanca son otras de las fans.

Para dormir, colchonetas de playa y esterillas. «A veces sale gente muy maja del centro comercial y nos da un botellín de agua», comenta Ana López, que hace «lo que haga falta» por ver de cerca a su tocaya, la intérprete de El Remedio y, sobre todo, La Bikina.

Y no son los que llevan más tiempo. A su lado, también delante del estadio del Real Murcia, hay otro grupo de murcianos que acampó el lunes. Un joven, Juan Luis, juega a las cartas con una amiga para pasar el rato. 'Ayuntamiento de Murcia. Festejos', se lee en la valla amarilla que al chico le hace las veces de paredes de su casa temporal.

«Estaremos en primera fila»

«Estaremos en primera fila»Sombrillas de playa, para intentar mitigar un poco el sofocante calor de la capital murciana, apuntalan los habitáculos al aire libre de estos incondicionales que mañana corearán Tu canción y Camina, el himno de esta edición, que coge el testigo de aquel Mi música es tu voz con el que emocionaban Rosa, Bisbal y compañía. En el suelo, botellas de agua, mochilas y sábanas, porque por la noche algo refresca. Las chicas aseguran que los responsables de seguridad, que las ven cómo han acampado ahí, no les dicen nada. Esperar horas, e incluso días, a los ídolos en las puertas de los lugares donde van a tocar es algo habitual: en la Plaza de Toros de Murcia, por ejemplo, pasa siempre que actúa Dani Martín.

«Merece la pena: luego estaremos en primera fila», sentencia Ana López.