Desesperación en Santo Domingo

Era el momento. El Fútbol Club Cartagena se presentaba en el campo del antepenúltimo con la confianza de empezar una nueva era, pero no se dio. Era el momento de dejar atrás un mal inicio y comenzar una épica remontada que llevara al equipo a la salvación, pero no se dio. Era el momento de imponer la nueva ley, pero no se dio. La mochila del FC Cartagena volvió a pesar demasiado para un equipo que juega con muchos kilos a las espaldas.

El Alcorcón esperó acontecimientos. Sin apenas argumentos, los alfareros se percataron de los nervios y la tensión inicial de su rival y asestaron el primer golpe. Si le dejas, cualquier grupo de once jugadores profesionales te hace daño y así fue como sucedió. Le dejaron un balón muerto a Jacobo, espacio a Addai y tiempo a Chiki y, antes de darse cuenta, el cuadro albinegro estaba por detrás en el marcador.

La reacción fue muy digna, pero insuficiente como en once de los doce partidos anteriores. Se volcó el Cartagena y bombardeó el área rival. Aunque Jesús Ruiz fue el mejor de los locales, Narváez pudo hacer justicia a lo visto sobre el terreno de juego tras la reanudación. A partir de entonces, el Cartagena tuvo en su mano el partido y no lo agarró: fue mejor, dominó y arrinconó a los madrileños. Sin embargo, no remató. Dejó el Cartagena escapar al Alcorcón y también dos puntos imprescindibles que no vuelven.

La oscuridad vuelve a caer sobre el conjunto de la ciudad portuaria, que aún no ha ganado con Julián Calero en el banquillo y que sigue siendo colista con seis puntos. Doce jornadas se han consumido ya de campeonato sin un atisbo de reacción de los albinegros en la tabla.

Bajo la fresca noche en Santo Domingo comenzó el dramático encuentro. Al segundo minuto se acercó el Cartagena a la portería rival con una subida de Iván Calero, que estrelló un disparo en la zaga. Sin embargo, esa sería una de las únicas apariciones en ataque del Cartagena en la primera media hora de juego. Casi todo lo demás lo puso el cuadro local, que se hizo con el control de la pelota y con el ritmo del partido.

Una peligrosa pérdida de Jairo precedió al primer aviso amarillo: robaron los de Fran Fernández en banda y Chiki se plantó con facilidad en la frontal para disparar fuera con la diestra. Las imprecisiones en ambos equipos fueron la tóinica dominante debido a la tensión del choque, pero el Alcorcón fue el primero en sujetar sus nervios para coger el pulso al encuentro. Tras un tímido acercamiento de Jairo que no llegó a buen puerto, el cuadro local se adelantó en el electrónico.

Chiki peleó con Fontán un balón llovido en la línea medular que el central no pudo despejar. La pelota le quedó muerta a Jacobo que, en carrera, encontró a Addai al espacio. El extremo ganó en velocidad a la zaga, llegó a la frontal y se giró sobre sí mismo para cruzar el balón con un pase a Chiki, libre de marca en el semicirculo. El delantero controló, levantó la cabeza y, con tiempo para pensar -porque nadie le encimó- la puso a la cepa del poste derecho de Marc Martínez para el 1 a 0 al cuarto de hora de juego.

El golpe anímico pudo matar a un Cartagena al que la mochila le pesa demasiado, pero no fue así. Lo siguió intentando a trancas y barrancas el conjunto albinegro y, pese a que la asociación fue muy pobre, los chispazos comenzaron a calentar a los visitantes. Los de Julián Calero comenzaron a adelantar líneas y Muñoz probó desde lejos con un chut muy desviado. El siguiente fue Mikel Rico tras robar cerca del área, quien pilló a contrapié a la defensa, recortó y le pegó con violencia para toparse con una gran intervención -la primera- de Jesús Ruiz.

Rondaba la media hora de juego. El Cartagena ganaba terreno y el Alcorcón se encomendaba a la velocidad de Addai, que disparó en varias ocasiones con mucho peligro. Los centros fueron el argumento de los cartageneros hasta el descanso y tanto Jairo como Calero tomaron una posición muy adelantada para hacer daño.

Fue así como llegaron las mejores ocasiones visitantes. Después de una larga jugada, la pelota terminó en el costado zurdo y Jairo convirtió un gran pase filtrado en un centro con veneno. Su pase atrás a ras de suelo superó a toda la defensa y llegó a Luis Muñoz, que golpeó fuerte al centro para chocar de nuevo con la manopla de Jesús. El meta se convirtió en el mejor de los suyos en los últimos minutos del primer acto cuando volvió a sacar una gran mano arriba a disparo de Ortuño dentro del área.

El final de los cuarenta y cinco minutos llegó con el merecimiento del empate por parte del Cartagena y el fútbol por fin hizo justicia con los albinegros al comienzo de la segunda mitad. Apenas habían transcurrido tres minutos cuando el marcador volvió a nivelarse. Jairo volvió a percutir en banda, puso un centro a media altura que hizo dudar a la zaga amarilla y el mal despeje lo recogió Narváez para pegarle fuerte, sin mucha colocación. Jesús Ruiz, que había salvado hasta en tres ocasiones a los alfareros, no pudo esta vez despejar un balón que se coló por debajo de su brazo izquierdo y entró llorando en la portería para el 1 a 1.

Consumida la hora de partido y tras una doble ocasión de Rico y Alarcón, Calero introdujo cambios. Embaló entró por Ferreiro y Real hizo lo propio por un cansado Mikel Rico. Fue el mediapunta el que casi encuentra el gol con un disparo ajustado al palo que obligó a Jesús a estirarse al máximo para salvar el segundo albinegro. En el último tramo de partido, el Cartagena se asentó en campo rival, fue mejor y tuvo la calma para combinar cerca del área, pero no le dio para superar ámpliamente a su rival y generar el peligro necesario para marcar.

De esta forma, el Cartagena se mantiene colista de LaLiga Hypermotion con seis puntos, a siete de la salvación que marcan Andorra, Eldense y Villarreal B, con 13 puntos.