Fútbol

El Real Murcia suma ya un lustro sin aspirar a Segunda

Los granas han pasado de mirar continuamente a la división de plata a encadenar cinco temporadas en las que no se ha jugado ni el play off

Los jugadores granas, cabizbajos tras no clasificarse para el play off de ascenso a Segunda. | FRANCISCO PEÑARANDA

Los jugadores granas, cabizbajos tras no clasificarse para el play off de ascenso a Segunda. | FRANCISCO PEÑARANDA / ángela moreno

Ángela Moreno

Ángela Moreno

No ha cumplido el Real Murcia con el objetivo de jugar el play off de ascenso a Segunda en esta temporada 2022-2023, sin embargo, el curso ya acabado para los granas ha supuesto un punto de inflexión para un club que ha recuperado la ambición que llevaba ya varios años en el cajón. Y es que, en la última etapa, la entidad murcianista había perdido su propio ADN, ese ADN que le convierte en el equipo con más temporadas en Segunda División (54), para refugiarse en un conformismo que incluso le llevó a la cuarta división del fútbol español.

Cinco temporadas suman ya los murcianos sin aspirar a la categoría de plata, pero, a diferencia de las anteriores, en este curso 22-23 por primera vez después de mucho tiempo tanto la afición como el club han vuelto a recuperar la ambición y a soñar con poder pelear en el play off. Una piedra, que puso Agustín Ramos el pasado verano y que debe ser refrendada ahora con Felipe Moreno al frente y con la puesta en marcha de un proyecto en el que ya sí se hablará de objetivo de ascenso en mayúsculas.

Algo que había sido habitual en el Real Murcia desde el comienzo de este siglo XXI, con la presidencia de Jesús Samper, y que incluso se mantuvo una vez fallecido el madrileño. De hecho, en la temporada 2016-2017, en la que Guillermo Martínez Abarca lideró a un consejo de administración de transición, las exigencias no se ajustaron al escaso presupuesto. Todo lo contrario, desde el primer momento se obligó a aquella plantilla de perfil bajo a mirar al play off.

Y se consiguió, aunque con la colaboración de Raúl Moro y Deseado Flores, que tras aterrizar en enero, pusieron patas arribas al equipo para, con fichajes alejados de la realidad económica del club, remontar en liga y meterse en un play off en el que se alcanzó la segunda ronda.

El Valencia Mestalla eliminó al Real Murcia, que por tercer año consecutivo se chocaba con el play off. Porque tanto en las temporadas 2014-2015 y 2015-2016, ambas con José Manuel Aira en el banquillo, los murcianistas también lograron clasificarse para la fase decisiva. En la primera cayeron ante el Hércules y en la segunda, que estuvo marcada por la destitución de Aira y la apuesta por Acciari, los granas fueron eliminados por el Toledo.

No llegaba el deseado ascenso al fútbol profesional, pero cada comienzo de temporada el objetivo seguía siendo el mismo, y es que el murcianismo siempre consideró que la Segunda B no era una categoría propia para un club de la historia del Real Murcia.

Se volvió a intentar en la 2017-2018, un año de grandes turbulencias en lo institucional, debido a la guerra Moro-García de la Vega-Gálvez, pero que no pasó factura en lo deportivo, ya que José María Salmerón, que cogió el equipo a finales de año, llevaba a los granas a otro play off. El cuarto de forma consecutiva. La lástima es que de nuevo el final no sería el esperado. El Elche dejaría en la cuneta a los de Nueva Condomina a las primeras de cambio.

Daba igual las veces que tropezaran los granas, cada verano se volvía a hablar de Segunda. Pero eso se acabó cuando económicamente el club explosionó, con jugadores plantándose en el campo por los impagos y con los aficionados echando a Víctor Gálvez del consejo de administración.

Fue PARMU la que puso un poco de orden, tomando posteriormente el control del club tanto Francisco Tornel como el KBusiness, lo que nadie sabía entonces es que con el notario murciano no solo se acabaría de mirar a Segunda, sino que se empezaría una de las peores etapas deportivas, que acabaría con la caída del club a la cuarta categoría.

Descendían a Segunda RFEF en mayo de 2020, abriéndose de nuevo una etapa de zozobra, en la que no había dinero para salvar la campaña. Tuvo que llegar Agustín Ramos para dar una nueva vida al Real Murcia, que en esa campaña 20-21 volvería a jugar un play off, en este caso para recuperar su plaza en Primera RFEF -la antigua Segunda B-.

Con el empresario murciano al frente del club, se recuperó la ilusión y la ambición. Su mensaje incluso fue más exigente que el de los aficionados, mirando a las primeras de cambio a Segunda División. Se han quedado a un paso los granas, que llevan ya cinco años sin jugar un play off a la división de plata, sin embargo, el cambio de mentalidad es un paso fundamental para volver a tener el ADN ganador que le habían ‘robado’.