La Opinión de Murcia

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Baloncesto

Thad McFadden alza el telón

Artem Pustovyi estrena titularidad y cuaja una gran actuación, siendo decisivo debajo de los dos aros

Jordan Davis anota una canasta a aro pasado en el partido de ayer. | ESTHER CASAS/ACB PHOTO

No ha tardado mucho en llegar la primera victoria de la temporada para el UCAM Murcia. Y es que, los universitarios dejaron atrás las dudas del debut con una contundente victoria en Zaragoza (64-81). Tras un mal inicio en el Palacio ante Breogán, saltaron las primeras alarmas. No por el resultado, pero sí por las sensaciones. Se vio muy poco de lo que quiere infundir Sito Alonso en sus equipos desde que llegó a Murcia. Sin embargo, eso se disipó con una gran actuación en Zaragoza, donde se vio a un UCAM Murcia mucho más reconocible que en la primera jornada con tan solo dos días de diferencia entre un partido y otro.

Desde una defensa solidaria, un ataque mucho más madurado y la imprecisión del rival, consiguieron dominar a un Zaragoza que estuvo desquiciado prácticamente desde el primer instante. Todo le salió bien al UCAM Murcia: corrió cuando tenía que hacerlo, se esforzó cuando más lo requería el partido y, lo más importante, la pelotita entró en el momento perfecto, cuando parecía que los locales podían acercarse en el marcador.

Thad McFadden alza el telón

Gran parte de culpa de la victoria del UCAM Murcia la tuvo un McFadden estelar, que terminó el partido con 28 puntos y estableció el tono ofensivo del equipo en todo momento. De principio a fin. Fue el faro, una vez más, del cuadro universitario en ataque. Y esta temporada, hasta que Trice adquiera su punto óptimo y los demás tiradores se hagan al equipo, la dependencia en el escolta va a ser mayor que el año pasado, ya que Webb o Taylor acaparaban la mayoría de los focos.

No es la primera gran exhibición de McFadden. Tampoco será la última. Aunque no todo fue obra del norteamericano con pasaporte georgiano. El UCAM estuvo fino en todas las líneas. Bellas destacó con su templanza y con su defensa sobre Ferrari y Sant-Roos. Salvo algún chispazo puntual de los jugadores, los contuvo en casi todo momento. También estuvo muy acertado Artem Pustovyi, que acabó con ocho puntos y 11 rebotes. Pero más allá de los números, el pívot tuvo una incidencia directa en el marcador, cambiando tiros y jugadas de Casademont Zaragoza en prácticamente todas las jugadas que intentaba Martin Schiller. Fue el dueño y señor debajo de los aros. Al contrario que ante Breogán, donde se le vio algo blando y poco dominante, sí apareció la versión que espera el UCAM Murcia de la torre de la liga. Ha encontrado Sito Alonso a su ‘mini Tavares’, una pieza que nunca ha tenido desde que está en Murcia.

Dominó desde el principio el UCAM Murcia, con un punto más de intensidad que Zaragoza durante todo el partido. Comenzó con un parcial a favor de 7-25 y a partir de ahí, supo jugar con esa ventaja durante el resto del partido.

Sito Alonso cambió el quinteto inicial con respecto al estreno ante Breogán, optando por una línea exterior con tres ‘pequeños’. Tomás Bellas, Jordan Davis, McFadden, Radovic y Pustovyi comenzaron el encuentro. Por su parte, Zaragoza lo hizo con Ferrari, Jessup, Sant-Roos, Simanic y Mekowulu.

Le salió bien la apuesta al entrenador madrileño, pues el UCAM Murcia comenzó muy enchufado desde el primer segundo gracias a un gran McFadden. El norteamericano comenzó con 14 puntos en los primeros cinco minutos de partido que auparon a los murcianos en el marcador (5-18). Los de Sito Alonso siguieron aumentando la renta gracias a una gran defensa colectiva, muy atentos en líneas de pase que en el anterior partido. Hasta seis pérdidas provocaron los universitarios en el Zaragoza en siete minutos. Apretó el Zaragoza al final del cuarto y redujo la renta hasta los 12 puntos, aunque de poco iba a servir.

En el segundo cuarto, se vieron las costuras de los dos equipos. Las imprecisiones aparecieron por parte de los dos conjuntos y el UCAM todavía esperaba la llegada al partido de Trice y Davis, que llegaron con valoración negativa al descanso. Al base se le vio muy inseguro y lento en su toma de decisiones y al escolta, demasiado precipitado e intentando acciones que no entran en su mejor repertorio.

Luther, que no empezó muy atinado, sí estuvo bastante bien en la lucha por el rebote ofensivo. Mostró carácter el nuevo ala-pívot del UCAM, que acumuló hasta cinco rebotes en 7 minutos sobre la pista. Quiere despejar algunas dudas que acompañan a su figura desde el momento de su fichaje y ayer puso empeño en hacerlo. Cuajó un buen partido.

Salieron nuevamente los dos mejores jugadores del UCAM, McFadden y Pustovyi, y pusieron calma nuevamente al partido, puesto que el Zaragoza llegó a ponerse a tan solo siete puntos (31-38). Finalmente, se fueron al descanso diez puntos por encima (31-41) con el escolta norteamericano tirando del carro en ataque. Acabó con 21 puntos gracias a un acierto espectacular.

Realizó una gran primera parte a nivel defensivo el UCAM Murcia, con ataques más rápidos que ante Breogán y mucho más acierto en el tiro exterior.

Manejando la ventaja

El UCAM Murcia salió con el mismo quinteto en la reanudación. Sacó provecho Sito Alonso a esa composición con tres ‘bajitos’ en el parqué y repitió la jugada. El inicio del cuarto se basó en un intercambio de golpes, con ataques más lentos por parte de los dos equipos. La sensación era que los universitarios estaban mucho mejor que los zaragozanos, aunque no conseguía estirar la renta de nuevo.

La idea era clara: manejar la renta que ya habían conseguido y evitar que el público de Zaragoza se metiera en el partido. Y lo consiguieron. De hecho, la estiraron. Otra vez, gracias a un McFadden que cogió las riendas cuando la pelota más quemaba. Acabó con un 40 % de los puntos totales del UCAM Murcia.

Se metió en problemas Pustovyi, que cometió su tercera falta personal, aunque Sito lo mantuvo en pista, dejando claro la importancia que estaba teniendo. Secó completamente la ofensiva en la pintura del Zaragoza. Sin embargo, en un despiste cometió la cuarta a falta de cuatro minutos para el final del tercer cuarto. El UCAM volvió a dar un arreón (40-53) y Martin Schiller se vio obligado a pedir tiempo muerto. Zaragoza estaba muy impreciso en fase ofensiva, con pases muy complicados. Unido a la buena defensa del UCAM, apenas podían recortar distancias. Estaba muy bien en el rebote ofensivo, doblando en número a los locales (15-8), que se tradujo en once tiros más de campo. Recuperó su identidad el equipo de Sito Alonso, algo que no se vio en el estreno en casa. Antes del final del cuarto, volvió a dar un último estirón para irse catorce arriba en el marcador (45-59).

El último cuarto comenzó con un Zaragoza desquiciado. No le salía nada, fruto de la gran defensa de los universitarios, liderada por un gran Tomás Bellas sobre Sant-Roos y Ferrari. Incomodó hasta el final a los dos exteriores.

No lograba Casademont Zaragoza romper la barrera psicológica de los diez puntos. No supieron aprovechar los momentos de incertidumbre en la dirección del UCAM Murcia y la frustración era el principal enemigo del cuadro zaragozano. Salió Pustovyi a la pista nuevamente, pero duró más bien poco, ya que, al minuto de salir, cometió la quinta falta personal que le eliminó del partido con todavía cuatro minutos por delante.

El pívot ucraniano firmó su primera gran actuación con la elástica universitaria, aunque el protagonismo se lo llevó McFadden por méritos propios, dinamitando el partido desde el comienzo y metiendo triples claves al final del partido que impedían a Zaragoza acercarse. Nada pudo hacer Zaragoza en el tiempo que restaba. Se mostró muy descolocado y estuvo durante todo el encuentro a merced del UCAM Murcia, que jugó con la renta conseguida en el primer cuarto. McFadden, héroe del partido. A la segunda, apareció la versión más reconocible del equipo de Sito Alonso.

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