El murciano Carlos Alcaraz se despidió del Masters 1.000 de Montreal en su estreno al caer derrotado frente al estadounidense Tommy Paul en un partido donde estuvo precipitado e impreciso (7-6, 6-7 y 3-6) en 3 horas y 20 minutos de juego. Después de ganar el primer set en la muerte súbita, perdió los dos siguientes. Era el primer partido del murciano en el cemento de Montreal, pues no participó en la edición del año pasado. No sería un partido sencillo para Alcaraz, ya que su rival es el número 34 del mundo y mostró un tenis muy sólido en primera ronda para eliminar a Pospisil.

La tónica dominante del primer set fue la igualdad. Si Carlos apretaba un poco el acelerador, posteriormente lo hacía Tommy. Si Tommy aceleraba, Carlos le seguía de cerca. Fue una batalla mental que se tuvo que decidir en el tie break, donde Alcaraz ya es todo un especialista y venció (7-6 (4)) para ponerse por delante. Pero llevarse la primera manga no fue una tarea nada sencilla para el tenista de El Palmar. Comenzó bien e incluso llegó a ir un break arriba, pero no lo pudo confirmar, pues de inmediato Paul lo recuperó.

Sufrió Alcaraz a partir de ese momento, teniendo que salvar varias bolas de break en su contra, aunque en los momentos decisivos sacó su mejor versión y no llegó ninguna rotura más. También sacó esa versión en el tie break, la que ha maravillado a todo el mundo en su año de explosión. Puño arriba, mirada a Juan Carlos Ferrero y a seguir.

El segundo set empezó de la mejor manera posible para Carlos Alcaraz. Ganó su saque sin demasiados problemas y rompió el servicio a Tommy Paul a las primeras de cambio. Se le vio mucho más suelto, sin tanta presión y sin cometer tantos errores no forzados, ya que en el primer set cometió doce.

En el tercer juego de la segunda manga, Paul intentó sacar orgullo y regresar al hilo del partido. Tuvo contra las cuerdas a Alcaraz, provocando una bola de break, pero no la convirtió y finalmente el murciano amplió una renta que en ese momento parecía insalvable (3-0).

Una de las principales diferencias entre ambos sets fue la confianza en los golpes. Esa estadística se vio reflejada en los golpes ganadores de cada manga. En la primera, Paul ganó por 12 ‘winners’ a 8 de Alcaraz. En la segunda, a mediados del quinto juego, la estadística ya iba por 9-1 a favor del murciano.

Después del arranque brutal de Alcaraz, el partido volvió a la igualdad del primer set, hasta que Tommy Paul consiguió dar un golpe sobre la mesa. Aquí estoy yo, decía. Recuperó el break de desventaja originado en el inicio del set e igualó el partido (4-4) para a continuación darle la vuelta al marcador con otra rotura (4-5), dejando en una situación comprometida al murciano. Sin embardo, el de El Palmar recuperó rápidamente la calma y recuperó la rotura (5-5). Aseguró su servicio en el siguiente juego el murciano (6-5) y también el tie break porque Paul forzó el mismo con su saque (6-6).

La muerte súbita la inició con su saque Alcaraz, quien logró un ace para ponerse 1-0. Paul igualó en un increíble punto que acabó el murciano rompiendo su zapatilla (1-1). Tras el parón obligado, el pupilo de Ferrero logró un mini break con un impresionante paralelo (2-1), tomando la iniciativa de esta forma al disponer entonces de dos bolas con su servicio, pero en la primera se la devolvió al resto el estadounidense (2-2), que también ganó la segunda (2-3). Alcaraz volvió a controlar las emociones para igualar de nuevo (3-3) y devolverle los dos mini breaks a su rival (4-3). La muerte súbita continuó loca para disponer con 6-5 Paul de una bola de set que lanzó fuera (6-6). Alcaraz tuvo a continuación la primera oportunidad de cerrar el partido, pero su derecha se quedó en la red y Paul volvió a situarse por delante (7-8), logrando la igualada en el encuentro y llevó el partido al tercer set (7-9).

Muy mal se puso la tercera y definitiva manga para Alcaraz, que en el cuarto juego sufrió una rotura de servicio que llevó a Paul a situarse con un inquietante 1-4. Al murciano no le funcionaba su mortífera dejada y el estadounidense se situó con 2-5, dejando a su oponente sin margen de error, que debía de recurrir a la épica para levantar un partido que se le puso casi imposible. De hecho, en el siguiente juego, con Alcaraz al servicio, Paul dispuso de dos bolas de partido. La primera la salvó tras un largo peloteo, y la segunda, con una derecha cruzada muy abierta. Otro error no forzado le dio una tercera oportunidad al estadounidense de cerrar el choque, pero otra vez Alcaraz, esta vez con una dejada magistral, salió adelante. Con un tremendo saque llegó a superar la cuarta y en la primera ocasión en la que tuvo ventaja puso el 3-5. Pero en el siguiente juego, después de una gran batalla, Paul sentenció y se hizo con el pase a la tercera ronda.