La Opinión de Murcia

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Desde El Caballón

Lorca, devoradora de equipos de fútbol

Otro Lorca al limbo. Si no se me escapa ninguno, son diecisiete en los ciento veinte años de fútbol documentado en la Ciudad del Sol. La ciudad lorquina se ha ganado a pulso, el apelativo de devoradora de equipos. Y el último en su lista ha sido el Lorca FC.

El presidente que finalmente ha enterrado este club es el madrileño Roberto Torres, quien ha agotado su particular chistera de la que ya no ha salido ningún conejo. El primer club que dice la historia empezó a jugar al fútbol en la Ciudad de los Cien Escudos es el Lorca Club Football, allá por 1901. Después, el Lorca Sport Club, Club Deportivo Lorca, Lorca Fútbol Club, Lorca Club de Fútbol y Club Deportivo Lorca. Todos ellos hasta 1966.

Yo empecé con el Lorca Deportiva fundado por Agustín Aragón en 1969. Lo más sonado de este Lorca fue cuando llegó Moreno Manzane, que en 1979 fue capaz de llevarlo a la Segunda A. Y en 1984 fue capaz de mandarlo al infierno. En 1994, el alcalde fallecido, Miguel Navarro, y el entonces concejal de Deportes Antonio Vidal, lograron algo que parecía imposible. Se fusionaron Lorca Deportiva, Unión Deportiva Lorca y Lorca Promesas. Nació el Lorca CF. Este llegó hasta 2002. Hasta aquí, el campo de San José. A partir de aquí, el estadio Artés Carrasco. Fue Antonio Baños el que reflotó otro Lorca Deportiva. Este también llegó a Segunda A, de la mano de Unai Emery en 2004 y desapareció en 2011. Después llegaron Lorca Atlético y Ciudad de Lorca, que también pasaron a mejor vida. El penúltimo ha sido el Lorca Féminas, el año pasado.

Ahora solo queda, el tercer Lorca Deportiva, fundado en 2012, cuyos mayores éxitos llegaron de la mano de Joaquín Flores. Milita en Tercera y ahora lo preside el argentino Hugo Issa. Por el camino ha pasado por la manos de Quique Pina y por las del empresario ‘fantasma’. Nadie lo vio por Lorca. Y aunque haya sido a base de defunciones, la Ciudad del Sol solo se ha quedado con un solo equipo. Roberto Torres ha estado engañando desde que llegó, a autoridades, aficionados y periodistas de Lorca.

Compró la entidad a Xu Gembao por un euro, cuando este se dio a la fuga aconsejado por su séquito con Joaquín Romeu a la cabeza.

Hace tan solo cinco años el Lorca FC estaba disputando partidos en el fútbol profesional. Dos años antes, Gembao compró La Hoya, que tan ejemplo de buena gestión habían dado Luis Jiménez y Manolo Molina y todo su equipo de directivos. Un millón de euros tuvo la culpa.

A Gembao no le importó perder un montón de dinero y dejó el cuerpo muerto. Descendió dos categorías en una semana en los despachos y cuando todo apuntaba que iba a desaparecer, apareció un desconocido como fue Roberto Torres. Y el Lorca FC empezó a competir en Tercera División. Casi nadie sabe las intenciones que Torres tenía en ese momento, aunque se le suponen. Es especialista en reflotar empresas en quiebra. Asumió la deuda de 700.000 euros, se aprovechó del convenio firmado con el Ayuntamiento cuando militaba en Segunda A, de tener la exclusividad de las instalaciones futboleras, decidió entrar en un concurso de acreedores, y se lo aceptaron. Realizó una quita del casi cincuenta por ciento, pero no pagó nada. La pandemia fue su aliada y el Juzgado de lo Mercantil volvió a aceptar otra fórmula de pago que tampoco cumplió. El citado convenio expira este año y algunos acreedores han solicitado la liquidación de la sociedad puesto que el Lorca FC es una SAD. Esto ha podido ser el detonante.

Ya se han acabado sus mentiras y artimañas. El tiempo le ha puesto en su sitio. Torres pasará a la numerosa lista negra de los muchos nefastos gestores que han pasado por la historia del fútbol lorquino. Una de las últimas víctimas es Paco Montesinos, un entrenador murciano al que Torres convenció para que dejara su trabajo en Andorra para asumir la gestión del Lorca FC en Preferente. El equipo lorquino dejó de competir cuando estaba en lugares cercanos a la Primera Autonómica, y cuando solo había disputado dieciséis partidos. Que tanta paz lleve como descanso deja. DEP.

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