Cualquier cosa que no fuera ganar al Atlético Levante (1-0), supondría para el Real Murcia echar por tierra todo el esfuerzo realizado para aspirar al primer puesto. Los tres empates encadenados en las tres últimas semanas no dejaban margen de error. Y los granas saltaron al terreno de juego con la lección aprendida. Nada de esperar. Nada de dejar pasar el tiempo. Nada de priorizar la seguridad defensiva sobre el ataque. Y Nueva Condomina lo agradeció impulsando siempre a los suyos.

Al primer minuto ya sacaban los murcianistas un córner a favor. Y en el primer minuto Pedreño ya había avisado. Pero el asedio no tuvo premio. Ni en el minuto 1, ni en el 15, ni en el 45. Una vez más la falta de inspiración en los últimos metros dejaba a cero al Real Murcia al descanso. La suerte, que el Atlético Levante, incapaz de hacer frente a la presión local, nunca aspiró a más que un 0-0.

Pero como dice el dicho, cuando el cántaro va muchas veces a la fuente, al final se rompe, y quien rompió la sequía goleadora no podía ser otro que Andrés Carrasco, que en el 52 aprovechaba un rechace tras un disparo de Ganet para poner el 1-0 y encarrilar el triunfo del Real Murcia.

Volvió Mario Simón a su once más fiable. La cara de Gallego era la única diferente a lo habitual. El meta murciano, que debutaba hace una semana por los problemas físicos de Serna, repetía titularidad. Los que sí volvían fueron Armando, compartiendo centro del campo con Ganet y Julio Gracia; y Santi Jara, que aparecía por la derecha, desplazando a Pablo Haro a la izquierda.

A diferencia de partidos anteriores, el Real Murcia se desprendió de inicio de uno de esos defectos que más se le ha criticado. Dejando al lado las especulaciones, los granas completaron una primera parte de dominio absoluto. Presionando arriba, complicando la vida a los levantinistas y buscando las bandas. 

Todo parecía sencillo. Todo, menos el último pase. Después de un remate de Pedreño tras un córner, no había forma de conectar con el área. Se vio cuando una cabalgada de Haro quedó en nada o cuando los centros de Santi Jara eran sacados por una de las defensas más fiables del grupo.

A los 13 minutos, el extremo obligaba a Campos a estirarse para sacar un disparo desde fuera del área. Y así se iban sucediendo las llegadas, aunque la mayoría sin peligro. Alberto González no acertaba al rematar un saque de esquina, Jara seguía probándose desde lejos y Gallego aparecía en el 40 para sacar un tiro de Alcaina.

Incluso la jugada más bonita acabó en nada. Tras dos recortes, Ganet parecía tener todos los boletos para abrir el marcador, pero su disparo fue sacado sobre la línea por un defensa.

Ni cuando ya asomaba el descanso desistió el Real Murcia. En una contra lanzada por Santi Jara, Mario Sánchez estrellaba el balón en el lateral de la red. 

Quedaban 45 minutos, y la duda era si el Real Murcia sería capaz de insistir ante un rival que apenas le complicó la vida, o si los granas se desesperarían al ver que el gol no llegaba. Pero apenas hubo tiempo para debates. Y es que en una de las primeras de la segunda parte llegaba el 1-0. Fue Andrés Carrasco el que rompía su sequía goleadora y la del propio Real Murcia. Tras un rechace, el delantero murciano aparecía para batir a Campos y poner el marcador donde todos querían.

Para evitar cualquier disgusto, Gallego aparecía sólo tres minutos después para sacar un remate de Lamadrid, pero lo del Levante fue un espejismo.

Quedaba mucho tiempo por delante y el Real Murcia se permitió tomarse un respiro sin sufrir. Mario Simón fue moviendo el banquillo para renovar las posiciones de ataque, pero esta vez los cambios no supieron mantener el nivel demostrado en la primera parte.

Sin apenas oportunidades, el reloj corría sin que nadie se desesperase. Era tal la relajación, que hasta Nueva Condomina se soltó la melena haciendo sonar un 'te quiero mucho'. Cántico que solo cortó de raíz el árbitro cuando pitaba una falta a favor del Levante en la mismísima línea. Y el silencio se alargó hasta que el balón lanzado por Toni Herrero fue rechazado por el larguero.

Al final, con el 1-0 asegurado, el Real Murcia resurge tras tres empates consecutivos.