El FC Cartagena cae en Anduva tras un mal partido en todos los aspectos. En defensa, los albinegros concedieron demasiado. El centro del campo estuvo perdido durante los noventa minutos y la delantera, sin inspiración y con el sexto partido en blanco de Rubén Castro, se topó con una sólida defensa. La derrota deja a la parroquia albinegra con un mal sabor de boca por una nueva mala imagen fuera de casa.

El conjunto albinegro saltó al campo sin la actitud necesaria para hacer frente al Mirandés y lo pagó a las primeras de cambio. Tras varias jugadas de acercamiento por parte de los rojillos y un primer tiro de Iñigo Vicente que se marchó fuera, llegó el gol local a los cinco minutos de partido. Riquelme sirvió un corner en corto y recibió de nuevo la pared para internar en el área y cuando Delmás salió a su encuentro, algo tarde, el extremo la metió al centro del área donde Camello recibió de espaldas a portería entre jugadores albinegros, se giró y golpeó raso a un lado a la altura del área pequeña para poner el primero del partido.

Después del gol, el Cartagena no reaccionó y continuó teniendo errores graves en el pase que demostraron los nervios del equipo. Por el contrario, los de Anduva se encontraron muy cómodos durante toda la primera mitad y jugaron a placer, aunque no crearon demasiado peligro.

Al cuarto de hora de juego, los cartageneros lograron retener más tiempo la pelota en su posesión y movieron el juego de lado a lado buscando los espacios en la zaga burgalesa, sin embargo, se toparon con la solidez del conjunto de Joseba Etxeberria. Una jugada personal de Dauda pudo poner en compromiso a los locales, pero se frenó cuando solo tenía por delante a un defensor y perdió la oportunidad. Rubén Castro hizo su primera aparición con un disparo que la defensa del Mirandés bloqueó y el rechace cayó a Bodiger, pero su disparo se marchó muy desviado.

Los de Miranda de Ebro volvieron a meter el miedo en el cuerpo de un Cartagena demasiado concesivo en defensa con una jugada de Carreira en la izquierda y el posterior centro raso que Meseguer remató en el pico del área pequeña, pero Marc Martínez sacó las castañas del fuego a su equipo con una buena intervención. Rubén Castro tuvo la más importante para el Cartagena tras un rechace de la defensa a un tiro de Dauda que le cayó en el área al canario, sin embargo, su disparo de primeras golpeó en la parte exterior del poste y salió fuera.

Con una pequeña mejoría albinegra y posesiones más largas se llegó al descanso. En los segundos 45 minutos, Carrión introdujo los primeros cambios con la marcha de Dauda y Tejera y la entrada de Okazaki y Boateng. La actitud de inicio en la segunda mitad fue totalmente diferente a la imagen mostrada en la primera parte y los albinegros tuvieron varias opciones de peligro. Rubén Castro y De Blasis se entendieron en las inmediaciones del área rival pero no culminaron dos jugadas consecutivas por centímetros. Datkovic casi pone el empate con un remate de cabeza al córner que obligó a Raúl Lizoaín a esforzarse al máximo para evitar el tanto.

Pese a los buenos intentos y la mejora cartagenera, llegó el segundo tanto del Mirandés en una jugada aislada. Cayarga, que llevaba cinco minutos en el campo, perdió un balón en campo contrario y la contra terminó matando al Cartagena: Riquelme recibió solo en la izquierda, recortó en carrera a Vázquez dentro del área y le pegó de puntera al palo largo ante Marc Martínez.

El segundo tanto dejó helado a un Cartagena que reaccionó a chispazos pero que no tuvo continuidad en su juego. Los albinegros buscaron meterse de nuevo en el partido con más fé que fútbol y, tras dos avisos claros de Gastón y Cayarga, llegó el tanto cartagenero. Delmás colgó un balón al área desde el saque de banda, Ortuño peinó el balón y De Blasis la dejó de cabeza a Cayarga, que disparó desde la frontal y se encontró con el desvío de Arroyo para terminar poniendo la pelota dentro de la meta de Lizoaín.

A partir del gol, aún a diez minutos del final, el Cartagena no generó peligro hasta los últimos minutos, donde Cayarga remató un balón suelto en el área a las manos del meta rival y varios centros al área pusieron el suspense al final del encuentro. Con el pitído final se confirmó la derrota del FC Cartagena, que desperdicia una clara opción de escalar en la clasificación y afianzarse como candidato a la sexta plaza que da acceso al play off.