El UCAM Murcia no levanta cabeza fuera de casa. Si Salva Ballesta lleva incidiendo en la intensidad desde el día de su presentación, era por algo. A los universitarios les faltó ritmo y energía en la primera mitad y fue superado por un San Fernando que arrolló al descanso a un equipo desdibujado, tristón y poco serio. Se fueron ganando los andaluces por un solo tanto de diferencia, pero pudieron ser algunos más. La entrada de Josema cambió el rumbo del partido. El muleño fue un soplo de aire fresco y el equipo se contagió de su espíritu. Fue mucho mejor el UCAM en este periodo y mereció darle la vuelta al marcador, pero se quedo a medias. Empató Xemi Fernández desde los once metros, pero una nueva acción desafortunada volvió a intervenir en plena misión de remontada. Perdió el UCAM Murcia una pelota en un saque de banda y Juanmi Callejón ponía el definitivo 2-1. Un duro castigo para un conjunto azuldorado que lo siguió intentando sin fortuna.

Tenía la oportunidad de dar un golpe importante sobre la mesa el UCAM Murcia después de la sólida victoria ante el Algeciras en casa. Otro triunfo de manera consecutiva, unido a la imagen de equipo aguerrido que se vio ante el Deportivo de La Coruña, podía terminar de ‘curar’ la autoestima de los jugadores tras el mal arranque de curso y la destitución de Salmerón.

Tenía por delante un duelo difícil ante el San Fernando, el mejor equipo de la Primera RFEF en el mes de noviembre, que llegaba con cuatro victorias de liga en sus últimos cuatro partidos. Pero ni el UCAM Murcia ni Salva Ballesta se imaginaban cuánta dificultad iba a tener el choque desde el comienzo del partido.

El partido, desde el pitido inicial del colegiado García Gómez, ya se veía de qué color iba a ser. El San Fernando salió arrollador en su presión y asfixió al UCAM Murcia, que se mostró derrotado desde el minuto uno de partido. La intensidad -algo que no se negocia para Ballesta- fue un factor clave en los dos conjuntos desde el inicio. Los locales parecían aviones. Rápidos por las bandas, fuertes en la presión y con un centro del campo, liderado por Marc Carbó, que destruía y componía a su gusto.

Salva Ballesta experimentó con el once y con la táctica. Y falló desde el primer momento, pues se veía que no iba a ningún lado. El zaragozano apostó por el trío Farrando-Abenza-Tropi en el centro del campo y arriba por Liberto-Xemi-Garrido. Pero nadie funcionó. Inexplicablemente, decidió dejar a Josema en el banquillo para dar entrada a un integrante del trivote. El extremo llevaba dos goles en los últimos dos partidos, pero ni eso fue suficiente para haberse ganado la titularidad ante el San Fernando.

La presión alta fue determinante y el San Fernando esperaba el fallo del UCAM Murcia. Sabía que iba a llegar, porque desde el comienzo se vio un equipo tremendamente impreciso. Avisó varias veces en los primeros minutos el equipo andaluz, pero en el minuto 20 aprovechó un error del UCAM. Se ciñó a seguir el plan. Tropi falló en el control y Francis Ferrón le robó la cartera por la espalda en la frontal del área y batió a Biel Ribas con un disparo a la mediavuelta.

No pudo despertar el UCAM Murcia en todo lo que restaba de la primera mitad. Tácticamente el equipo era un caos y no podían superar las líneas del equipo local. Ni el centro del campo ni la delantera se aclaraban y tan solo Liberto hacía daño con sus continuos desmarques. La primera parte fue un despropósito y lo cierto es que el UCAM mereció irse al vestuario perdiendo por más. Aún así, pudo empatar en el descuento con un disparo de falta de Viti que se estrelló en el larguero.

Josema dinamita el partido

Salva Ballesta asumió el ‘mea culpa’ con un gesto en la reanudación. Sustituyó a Tropi, que no está a buen nivel desde su retorno, por Josema. Y no le pudo salir mejor. A veces el fútbol es más sencillo de lo que parece y si un jugador está en estado de gracia, debe jugar. La lógica aplastante se impuso y Josema Raigal reactivó al equipo. En menos de cinco minutos, ya tuvo una acción para hacer gol y puso una pelota en la testa de Manu Garrido que éste no aprovechó. El equipo se contagió de su energía y desparpajo y fue despertando con el paso de los minutos. Las sensaciones eran completamente diferentes a las de la primera mitad y, por primera vez, el UCAM Murcia estaba siendo mejor que el San Fernando, a pesar de que Biabiany pudo sentenciar el partido con una ocasión muy clara de Biabiany. No la aprovechó y, a los pocos minutos, Crespí iba a provocar un penalti clarísimo a favor del UCAM Murcia. No coordinó bien su salto y golpeó con la mano el balón dentro del área. El encargado de transformar el penalti iba a ser Xemi Fernández, que definió a la perfección engañando a Perales.

A partir del gol, el San Fernando se hundió y el UCAM certificó su superioridad. Fueron grandes minutos de juego para los universitarios en los que Josema fue un auténtico demonio. Pudo hacer dos goles, pero Perales estuvo muy acertado. Cuando parecía que el gol del UCAM era cuestión de tiempo, otro error condenó definitivamente al equipo. En un saque de banda, el equipo perdió la pelota y Carbó filtró un gran pase a Juanmi Callejón, que hizo tranquilamente el 2-1. Duro palo para los universitarios, que estaban siendo muchísimo mejor que el San Fernando en la segunda mitad.

No se vino abajo el UCAM pese al varapalo. Siguió intentándolo por mediación de Xemi y Manu Garrido. El catalán tuvo dos buenas ocasiones, una de ellas se estrelló en el palo, mientras que el madrileño pudo hacer el empate con un disparo raso a la base del palo que se fuer por centímetros.

No se movió el marcador hasta el final pese a las intentonas universitarias. Mereció perder en la primera parte y mereció ganar en la segunda. Regaló el equipo murciano 45 minutos y lo terminó pagando caro. Se hunde el equipo en puestos de descenso y las sensaciones, a pesar del buen hacer en la segunda mitad y tocará volver a remar.