El Mar Menor sigue de dulce. Ayer recibía en casa al Toledo, un equipo a priori inferior teniendo en cuenta aquellos de más ‘renombre’ a los que ya se ha enfrentado, y lo cierto es que no defraudó. Frente al Toledo fue capaz de imponer su juego y aprovechar las ocasiones que tuvo para llevarse los tres puntos (2-0). Si bien el conjunto visitante hizo una buena segunda parte, gozando de oportunidades para acortar distancias e incluso pensar en el empate, los de Javi Motos supieron calmar los posibles nervios que pudieran presentarse y amarrar el triunfo.

La primera mitad solo tuvo un color, claramente de dominio local, lo que se dejó ver ya en el inicio. En el minuto 5, Peque recogía un buen pase de Morros para atreverse con el disparo, pero este era atajado sin excesivos problemas por el meta visitante. Durante veinte minutos se estuvo inquietando la portería de un Olmedo que pronto se dio cuenta de que no iba a tener una tarde especialmente plácida.

En esos minutos calientes, Edu Ubis fue derribado el área, y el propio ariete logroñés sería el encargado de transformarlo para abrir el marcador y sumar a su cuenta particular el sexto gol de la temporada. 

Con esa ventaja, tanto en el luminoso como sobre el verde, los locales se relajaron demasiado y permitieron al Toledo meterse de lleno en el partido. El conjunto dirigido por Diego Merino se envalentonó y comenzó a rondar los dominios de un Facu Ackermann que a la postre sería determinante. Sin duda, uno de los grandes protagonistas del partido. El jugador más incisivo del Toledo, Dieguito, avisaría pocos minutos antes del descanso con un lanzamiento que se marchó alejado de la portería local.

A la vuelta de vestuarios, Nacho Pérez ocupó el lugar del goleador Edu Ubis sobre el campo. Una sustitución que atendiendo al buen partido que el logroñés estaba cuajando, solo se puede entender por alguna posible molestia física. Los de Javi Motos volvieron a inyectarle ritmo e intensidad a los primeros minutos de juego, tal y como hicieron una hora antes, pero el Toledo, con la lección aprendida, corrigió errores y comenzó poco a poco a subirse a las barbas del conjunto marmenorense.

Sentencia Silvente

El peligro de los locales empezó a diluirse, y tan solo se dejaba ver a través de alguna jugada aislada a balón parado. Un mal síntoma. Molinero estuvo a punto de hacer el segundo tras un buen lanzamiento de libre directo que se marchó rozando el travesaño de la meta defendida por Olmedo. Tan solo dos minutos después sería Morro el que gozaría de una muy buena oportunidad para dejar el partido visto para sentencia, pero tampoco estuvo acertado.

Cuando el Toledo más incisivo se mostró, Loren por banda izquierda cedió el balón a Silvente para que este, ahora sí, hiciese el segundo tanto del Mar Menor. Arturo pudo recortar distancias, pero obligó a Ackerman a la estirada, dejando para el recuerdo una de las paradas más bonitas nunca vista en el Pitín.

Victoria y tres puntos para un Mar Menor que va muy en serio.