Pedro Marco Sánchez: "Para ser piloto de carreras de camiones hay que estar muy loco porque chocas con 12.000 kilos"

¿Cómo empezó a correr con camiones?

Llegué de rebote. Mi abuelo empezó con los camiones y después lo cogieron mi padre y mi tío. Ellos lo tenían como un método de vida hasta que un primo mío, que tiene un taller, se metió en el mundo de las carreras. Salió la oportunidad de comprar un camión, pero nos metieron un poco la bola porque tuvimos que recomponerlo entero, pero yo lo veía y me gustaba. A mí me decían que cuando consiguiera levantar una llanta y una rueda con una mano, que me dejarían el camión y así fue.

¿Y cuándo comenzó a competir?

Mi tío y mi padre corrían una carrera uno y otra el otro, pero mi padre se dio cuenta que así no le podíamos sacar partido al camión. Al final no se adaptaba bien ninguno de los dos y mi padre optó por quedarse apartado. Se metió como jefe de mecánicos y solo competía mi tío. Entonces fue cuando yo bajé a mi tío del camión y ahora están los dos ahí apoyándome.

¿Qué diferencia principal hay entre una carrera de coches y una de camiones?

La principal es el espacio y el volumen. Un turismo es un tipo de vehículo donde tres o hasta cuatro pueden estar en una recta para adelantar, pero un camión mide en torno a seis metros y tiene una potencia de mil caballos y cuando llegamos a las curvas nos amontonamos. Es un deporte que aunque no es de contacto físico, sí lo es de chapa, mucho más que el automovilismo normal. Es más espectáculo.

Pero si hay pocos adelantamientos en los coches, habrá menos en los camiones.

Aunque parezca que no, aquí hay más adelantamientos porque es un deporte de contacto, ya que como no puedes superar al rival tan fácilmente, apoyas un poco, el otro se descuadra y buscas el adelantamiento. Se hacen dos carreras el mismo día y, según la clasificación de la primera, se invierte la parrilla para la segunda. Es decir, que si ganas la primera, en la segunda sales el último. Por tanto, los más rápidos empiezan atrás. En doce vueltas tienes que quitarte a todos para intentar quedar primero y eso a la gente la vuelve loca.

Eso es como el piloto de motos que sale del pit lane.

Correcto, como pasó con Pedro Acosta, que nos preguntábamos todos cómo había podido conseguir ganar después de salir el último.

¿Cómo se gana la vida, porque seguro que con las carreras no lo consigue?

Ojalá me pudiera ganar la vida con las carreras. Yo siempre he estado ligado a los camiones, pero ahora, por la situación, opté por la rama de la electricidad, aunque mi padre sigue teniendo una empresa y le echo una mano por las tardes, pero mis ingresos vienen de trabajar como electricista.

¿Cuánto le cuesta de su bolsillo correr en camión?

Costar cuesta, pero lo más difícil es empezar porque para ello tienes que tener un camión. Uno como el mío está ahora mismo valorado en 80.000 euros. Después tienes que tener un método de transporte como una góndola que cuesta 20.000 euros y un motorhome, aunque también dormimos en tienda de campaña. Para correr un año necesitas fácilmente cerca de 250.000 euros.

¿Cómo consigue ese dinero? ¿Tanto le pagan como electricista?

El camión nos costó más barato, pero se le han metido casi 120.000 euros, aunque no se ha hecho de golpe, lo hemos hecho poco a poco. Los patrocinadores siempre nos están ayudando porque nosotros tenemos reconocimiento en el mundo de las carreras de camiones, pero económico no tenemos. De hecho, actualmente no me conocían ni en mi pueblo, que tiene solo 6.000 habitantes, aunque ya el otro día, comiendo con mi padre en una confitería, empezaron a hablar de mi título de campeón de España. Poco a poco se va conociendo, pero a nivel económico no podemos ni cubrir gastos.

¿Emplea sus vacaciones en correr?

Soy prácticamente un piloto nuevo en el Campeonato de España porque llevo solo tres años. Para seguir cogiendo experiencia y no estar siempre en los mismos circuitos, me gusta subir a carreras de otros campeonatos como a Francia y del Campeonato de Europa. En Francia estuve este año en el circuito de Nogal. Fue un día de agua y otra participante hizo un trompo delante de mí, el camión hizo aquaplaning y me la llevé por delante. No pude parar y tuve que cambiar el chasis y la cabina del camión, me obligó a hacer un camión nuevo. Nos tiramos varias semanas trabajando desde las tres de la tarde hasta la una de la madrugada todos los días, algo que no ha hecho nadie, y no daban un euro porque corriéramos otra vez en el Jarama ya que el camión estaba siniestrado. No tengo fines de semana ni tardes, pero es al final lo que me gusta.

¿Qué característica especial debe tener un piloto que corre en camiones?

Estar muy loco. En un rally tienes que estar muy loco porque corres junto a los árboles, pero en un tramo solo puedes ir a 100 o 120. Pero en los camiones vas a 160 y te puedes encontrar a otro parado en medio de la recta, como me pasó a mí, y cuando chocan 12.000 kilos no es como un coche. Por eso hay que estar muy loco. En el automovilismo vuelcas con 800 kilos y aquí vuelcas con 6.000. Vamos muy protegidos con las barras, pero se ha dado el caso de camiones que han volcado y que han tenido que sacar al piloto porque se le ha clavado una barra en las costillas o han tenido que abrir por el techo porque no podían abrir las puertas. Hay que estar muy loco y no pensar.

¿Ha tenido muchos accidentes graves?

No, solo el que sufrí en Francia. Con ese ya he tenido bastante.

¿Y no se siente miedo después de un percance como ese?

Yo es que creo que aún no soy consciente de la magnitud del accidente, pero sé de gente que los ha tenido similares o un poco más flojos y se ha tomado la vida de otra manera. No es lo mismo ser padre y tener ese tipo de accidentes, porque lo primero que piensas es en tus hijos, que tener las hormonas de un joven con 20 años. Somos más impulsivos y no le damos tantas vueltas, pero sé que hay gente que se lo ha dejado después de tener un accidente así.

¿No se planteó nunca correr en monoplazas?

De pequeño me gustaba todo lo que tuviera ruedas. Primero empecé con las bicicletas y las motos y con diez años ya le aculaba los camiones a mi padre en el muelle. Todo lo que me dejaran y sonara era para mí fliplante. Iba a los karts, al principio me quedaba el último pero al final conseguía estar delante. En el automovilismo es muy difícil abrirse paso porque tienes que encontrar a quién te sepa llevar por el camino adecuado. ¿Cuántos pilotos de Fórmula 1 se han quedado en el limbo por no saber ir por el sitio idóneo? A mí, por ejemplo, nunca se me ha dado la circunstancia de que un equipo de automovilismo me llamara para hacer unas pruebas, que yo habría hecho encantado.

¿Hay gente en España que viva de las carreras de camiones?

Sí, hay gente que se puede dedicar a esto, pero lleva mucho tiempo y lo tienen montado de una manera que, además de pilotos, son preparadores. Soy bicampeón de España, pero no tengo solvencia para ir al Campeonato de Europa.

¿Su próximo objetivo?

No sé cuándo lo conseguiré, pero la meta es disputar el Europeo y montarme como preparador de camiones. El problema que tenemos es que estos vehículos solo los podemos utilizar para las carreras, pero no en todos los circuitos lo podemos hacer.

¿Cómo se entrena?

Cuando estás un equipo grande puedes entrenar todas las veces que quieras, pero en mi caso no es así. Para entrenar yo me tengo que ir al Jarama porque no hay circuitos aquí cerca que me admitan. En el Circuito de Cartagena me dijeron que les reventaba las instalaciones y es lógico porque tienen que cuidarlas. Deben ser circuitos muy grandes y preparados.

¿Cuánto dinero necesita para disputar el Europeo?

Para que te hagas una idea, en la prueba que disputamos en el Jarama, vino un equipo y me ofertó para correr con ellos. Le dije que estaba encantado, pero me comunicaron que tenía que pagar la mitad de la temporada, unos 400.000 euros, y que ellos ponían los otros 400.000. Por poco que te subas un poco por las ramas, te vas a un millón de euros.

Es que esto es más costoso que correr con monoplazas.

Es que con un millón de euros te puedes meter en la Fórmula 3.

¿Y qué le aporta correr en camiones?

Es difícil de explicar, pero el que se sube a un camión de carreras, no lo deja porque tiene sensaciones tan bestias como la aceleración, la fuerza G y la inercia, que es brutal. En una frenada, aparte de frenar el camión, tienes que frenar la inercia. Todo el mundo que se lo ha dejado quiere volver.

¿Hay mucha gente compitiendo actualmente o por la crisis se lo han dejado muchos?

Sorprendentemente, hace dos años se creó el Campeonato de España y corríamos siete camiones. Esa temporada se disputó solo una prueba en octubre y el año pasado repetimos los mismos y parecía que no íbamos para adelante. Eso sí, de público somos el único evento que llena el circuito del Jarama y nos dan las gracias por ello. Venden todas las entradas y hay gente que se poner a ver las carreras desde las vallas. Y pese al coronavirus, este año hemos sido dieciséis camiones, con lo cual, parece que el virus no nos ha metido el miedo. Aquí en España siempre han tenido mucho tirón las carreras de camiones porque es diferente de la Fórmula 1 porque desde que el público entra al circuito puede entrar al paddock incluso hay gente a la que invitamos a una cerveza y un bocadillo. Aquí lo mío es tuyo y ni los pilotos ni los mecánicos somos dioses. No tenemos barreras y la gente se acerca. También se organizan conciertos, camiones decorados, lugares para comer y muchas cosas más.

¿Hace falta estar muy preparado?

Se nota si no lo estás y sobre todo en la concentración. Tienes que estar preparado porque las carreras son al sprint y se disputan en 20 minutos. Acabamos muertos porque son muy fuertes, pero esta temporada lo que he notado ha sido más a nivel psicológico.