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Ciclismo

Antonio Jesús Soto toma el relevo de Luis León y Valverde en una lluviosa Vuelta a Murcia

El alcantarillero del Euskaltel Euskadi, que hace un par de meses se planteó dejar el ciclismo, triunfa bajo la lluvia tras ochenta kilómetros escapado

Antonio Jesús Soto toma el relevo de Luis León y Valverde en una lluviosa Vuelta a Murcia

La Vuelta Ciclista a Murcia se ha acostumbrado en sus últimas ediciones a grandes exhibiciones de los corredores de la tierra. Ayer, entre Los Alcázares y Alcantarilla, en un día desapacible que invitaba más a estar encerrado en casa delante de la tele viendo una película con una cerveza en la mano, un jornalero forjado a sí mismo, Antonio Jesús Soto Guirao, del Euskaltel Euskadi, tomó el relevo de Luis León Sánchez Gil, ausente este año por estar en el Giro de Italia, y Alejandro Valverde, quien aunque sí estuvo en la salida pero al que apenas se le vio en un día que se pareció a ese Mundial de 2019 en Harrogate donde defendía su jersey arcoíris y donde también abandonó. Esta vez acaparó los focos un chico de Alcantarilla de 26 años afincado en Librilla que no ha tenido una vida fácil en el ciclismo. Le costó dar el salto al profesionalismo -lo logró en 2019- y tuvo que hacerlo después de ganar la Copa de España. El Euskaltel Euskadi, un equipo apadrinado por Mikel Landa, le dio la oportunidad pero hasta el momento no había podio brillar con luz propia.

Soto ya fue protagonista el pasado año en la Vuelta a Murcia, que se disputó justo antes de la pandemia, pero no pudo vencer. Después llegó el confinamiento y cuando se disponía a volver a la competición sufrió el pasado mes de julio un accidente que le provocó una apofisis espinosa de la vértebra. Se perdió el resto del año y llegó a 2021 con las pilas cargadas, pero como él mismo reconoció ayer en la línea de meta, surgieron las dudas cuando volvió a la carretera. «Hace un mes estaba pensando en dejar el ciclismo y ahora estoy aquí», reveló en Alcantarilla mientras caía un aguacero. «Aún no me lo creo», repitió en más de una ocasión. Su cara entrando en meta así lo reflejaba. A unos 500 metros del final se echó las manos a la cabeza por la incredulidad. Ese sueño que había cuando era un niño y se inició en la Peña Ciclista Guerrita, se cumplió.

El alcantarillero fue valiente, arriesgó y obtuvo el premio que no siempre los jornaleros del ciclismo logran. Pero ayer se dieron las circunstancias idóneas. Tuvo su oportunidad y la aprovechó. Conocía el terreno, ese que la organización, por motivos del coronavirus, ocultó, pero fue un trazado de 192,4 kilómetros selectivo y que hizo más duros por culpa de la lluvia. ‘La Lieja de Murcia’ respondió. Tras arrancar en Los Alcázares, donde los focos se centraron en Alejandro Valverde, quien no llegó a cruzar la meta, el pelotón recorrió localidades del Campo de Cartagena. El inicio se adelantó dos horas huyendo de la DANA que se anunciaba para la tarde porque existía temor a que no se pudiera completar el mismo. Pero finalmente, pese a la lluvia, se pudo afrontar la subida al Collado Bermejo, en el corazón de Sierra Espuña. Antes se habían formado varias fugas con ciclistas como Brussneskiy (Astana), Ángel Madrazo (Burgos BH) o Magnus Sheffield (Rally Cycling), un joven de solo 19 años. Por detrás, Soto enlazó y pronto se quedó solo con el estadounidense. Quedaban aún unos 80 kilómetros hasta la línea de meta, demasiado terreno como para pensar en la victoria. Pero las esperanzas de Soto se fueron alimentando poco a poco. Buen conocedor del terreno -reside en Librilla, la localidad de Murcia por donde transitan a diario más ciclistas-, se lanzó a tumba abierta con la colaboración de Sheffield, quien empezó a dar señales de tener calambres en las piernas en el primer paso por Alcantarilla, cuando el dúo alcanzó casi los dos minutos de renta y justo antes de afrontar la subida a la Cresta del Gallo, ese pulmón natural espectacular que tiene la ciudad de Murcia a apenas cinco kilómetros.

El alcantarillero comenzó una auténtica contrarreloj mientras que detrás se formaba un grupo peligroso, con ciclistas veteranos como Ángel Madrazo o el ciezano José Joaquín Rojas, entre otros muchos. Pero a favor de Soto estaba el estado de la carretera, resbaladiza, imposible de montar una caza en condiciones normales. Mientras tanto, el murciano tiraba de desarrollo para avanzar a un buen ritmo y mantenerse siempre con una renta en torno a los 40 segundos, suficiente para presentarse en la línea de meta sin creérselo, emocionado y dándose cuenta de que todos los sacrificios realizados durante los últimos años empiezan a tener recompensa.

Soto se impuso con 4 horas, 42 minutos y 19 segundos. Llegó a la meta en solitario con 31 segundos de ventaja sobre el grupo perseguidor comandando por el santanderino Ángel Madrazo, del BH Burgos, quien logró la segunda posición, siendo la tercera para el madrileño Gonzalo Serrano, del Movistar Team, mientras que cuarto entró el ciezano José Joaquín Rojas, igualmente del conjunto telefónico.

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