ElPozo Murcia se llevó el derbi ante el Jimbee Cartagena por 3-2 y, como premio extra, lo superó también en la clasificación de la liga regular. Más que un encuentro fue un espectáculo lo visto en el Palacio de los Deportes, un duelo de máximo nivel y alto voltaje con incontables ocasiones, goles de muchos quilates y una tensión final que se podía cortar y que sirvió para redondear un duelo que es una oda al fútbol sala. También acompañó el hecho de que hubiera un conato de lleno en las gradas, habida cuenta de las restricciones existentes. Porque ya no resuenan los golpes al balón, ya no se escuchan las protestas de los jugadores ni el sonido de la zapatilla al frenar sobre la pista; ahora se palpa la vibración de las gradas, los cánticos, los lamentos por las ocasiones falladas. Todo cambia para mejor.

La primera parte vivió una oscilación de dominio que finalmente quedaría en tablas -en ese aspecto pues en el luminoso ElPozo se fue mandando por 2-0 a vestuarios- y que tuvo como primer protagonista al cuadro entrenado por Duda para posteriormente ostentar el testigo los de Giustozzi hasta dejar finalmente el duelo en un equilibrio de fuerzas en el que, de no ser por los palos, se hubieran visto muchos más goles. Fue comenzar a rodar la pelota y el Jimbee salir con todo, disfrutando de hasta tres claras ocasiones antes de cumplirse el primer minuto y que no llegaron a encontrar el objetivo del gol por las intervenciones de Juanjo. Ajeno al balón, el duelo era caliente. Los jugadores se buscaban, caían, protestaban y se advertían entre ellos. Era más que una victoria. Mientras se libraba la batalla mental, en la física seguía mejor el conjunto portuario, que tuvo otras dos oportunidades por medio de Mellado y Bebe que no llegaron a fructificar. Tal era el asedio del Jimbee que Giustozzi tuvo que pedir tiempo muerto a los cinco minutos para frenar el impulso del contrario. Los pupilos de Duda entraban con facilidad a través de la defensa de ElPozo, algo que no ocurría al contrario. Los de la capital del Segura se encontraban en un quiero y no puedo, intentando hacer daño pero sin llegar a inquietar demasiado.

En esa danza se encontraba el derbi, con la escuadra cartagenera dominando, cuando en el minuto siete tuvo su primera gran clara ocasión ElPozo que, si bien desbarató Chemi con mucha clase, sirvió de punto de inflexión. Y es que fue a raíz de esa oportunidad cuando los locales vieron luz en sus ataques, lo que se iba a traducir en una efectivad que encontraría el premio que no llegaba para el Cartagena: el gol. La inauguración del marcador, que llevó el sello de Fernando, fue una maravilla. El granadino recibió un pase filtrado al área y, de espaldas, tocó con el exterior para despistar a Chemi y poner por delante a los suyos. Y si el primer tanto fue bueno, no se quedó atrás el segundo tanto de ElPozo. En esta ocasión Alberto cogió el balón en banda derecha, se deshizo con muchísima clase de su defensor y avanzó hasta encontrarse con el guardameta y superarlo. Fueron dos goles en tres minutos que dejaron muy tocado a los jugadores de Duda, quienes había hecho méritos para, al menos, no tener una desventaja tan clara.

Con ese segundo tanto, el luminoso paró y se citó para el segundo acto aunque esa decisión fue más por la falta de puntería de la que adolecieron los jugadores de ambos conjuntos pues se vieron hasta tres lanzamientos al palo – dos del Jimbee obra de Bebe y uno de Alberto- que muy cerca quedaron de hacer finalizar el primer acto con un resultado mucho más espectacular. 

En el segundo tiempo fue, durante sus compases iniciales y hasta casi llegado al ecuador de ese periodo, una batalla sin control ni definición. Los dos equipos empujaron a su rival haciendo que las defensas cedieran metros pero no se llegaba a concretar. Unas veces era la mala puntería o fortuna, otras alguna de las muchas actuaciones espectaculares que tuvieron tanto Juanjo como Chemi. Entonces, Marinovic se lanzó al suelo en un lanzamiento de falta y tocó con la mano dentro del área. Los árbitros decretaron penalti y, cuando se disponía a lanzarlo Pol Pacheco, salió Miguelín desde el banquillo para ejecutar el lanzamiento que terminaría en gol dejando una ventaja casi definitiva. El ala balear, en su celebración, se quitó la camiseta y la dejó en el suelo del pabellón llevándose una de las ovaciones de la noche.

Fue entonces en la situación más crítica cuando el Jimbee encontró el gol que llevaba buscando los 33 minutos anteriores por medio de un disparo de Bebe que tocó en un jugador y se alojó en el fondo de la portería. E instantes después, Andresito hizo el segundo tras una jugada de estrategia al saque de una falta dejando el encuentro en un suspiro. Y el derbi, que parecía estar muerto con ese 3-0 de ElPozo, recobró vida. La verticalidad en que se tradujo el resultado hizo que la pista de alargara y las ocasiones de gol comenzaran a llegar como un torrente.  

Restando tres minutos para la conclusión Juanpi saltó a la pista como portero jugador. Chemi se lesionó y su lugar lo ocupó el capitán Raúl Jerez las veces en que no estaba el juego de cinco para cuatro e incluso tuvo alguna gran parada para evitar el tanto definitivo de los locales aunque quien intentó conseguir el tanto en esos minutos finales fue un Jimbee que no logró perforar la meta de Juanjo a pesar de sus incasables intentos. Y, con ese marcador tan ajustado, ElPozo se llevó el derbi y comenzó a celebrarlo mientras el conjunto dirigido por Duda se marchó lamentándose de las tantas oportunidades falladas que bien podrían haber cambiado el rumbo de un derbi que, más allá del resultado, fue un duelo de los que se podrán poner para enganchar y aficionar al fútbol sala.