El Yeclano Deportivo perdió prácticamente todas las opciones de eludir el descenso a Tercera tras una primera media hora de auténtica pesadilla ante Las Palmas Atlético. El filial canario le pintó la cara al conjunto azulgrana endosándole un 4-0 en la primera media hora de partido, y aunque hubo reacción azulgrana tras el paso por los vestuarios, se hizo imposible un milagro dentro del milagro.

Lo cierto es que el choque murió prácticamente al minuto, cuando el Yeclano parecía estar todavía en el control de seguridad del aeropuerto. Boquete en el centro del campo, con hasta tres opciones de tiro exterior sin taponar, hasta que Pipo, casi en la frontal, la coló dentro de la portería murciana para iniciar el calvario azulgrana. Y es que el tan hablado factor del campo del Tamaraceite fue completamente contrario a los intereses visitantes. Se formó una dualidad dramática para los de Sandroni, porque la bola enloquecía en el bote y a la vez, el juego casi de fútbol sala en la mediapunta de los talentosos canteranos amarillos dejaba a un Yeclano que sólo las veía venir, llegando tarde y mal a todas.

Con una blandura sin precedentes, sin hacer ninguna falta para frenar el pampaneo canario y en completo estado de shock, el Yeclano Deportivo consumía su bombona de oxígeno con la incredulidad escénica de quien llegaba habiendo ganado los cincos últimos partidos.

Cuando el Yeclano trataba de estirarse un poco, y con diez momentáneamente con Marcos siendo asistido por un pelotazo, pared y asistencia a placer de los insulares. Silverio puso el segundo al cuarto de hora, y con lesión de Ayoze de por medio, la torre de control de Sandroni perdió la conexión con la tripulación sin que nadie al mando pilotará para enderezar el rumbo.

El pánico se apoderó de un Yeclano desfigurado, y Juan Fernández a pierna cambiada se iba a poner travieso para remachar la faena a la media hora. Sin que nadie le derribara en el inicio cuando lo debían derribar, el extremo amarillo, recorte por aquí y pared por allá, se plantó delante de Gianni en dos ocasiones con la facilidad de un circuito de entrenamiento.

Cuatro llegadas como cuatro soles para lograr cuatro goles. Ya saben, ese día tonto que es normal tener, pero que llegaba en el sexto abismo al que se enfrentaba el equipo. Pero ojo, el descenso no será por este resbalón que incluso es normal tener, sino por los tantos y tantos partidos de la primera fase que por una cosa o por otra acabaron saliendo rana.

Digamos que el Yeclano llegó una hora más tarde a Canarias, porque una vez de vuelta a vestuarios, Sandroni puso calma ante la desesperación y repartió chalecos salvavidas, primero para evitar un sonrojo que habría sido cruelmente humillante, y segundo para pelear con honra hasta el final del choque. Y lo cierto es que la segunda parte fue como la segunda fase de la liga: con claro reconocimiento futbolístico pero insuficiente en números. Christian Perales cabeceó el 4-1 al minuto de la reanudación, y en una jugada posterior, un defensor amarillo estuvo apunto de colarse el segundo en propia puerta, pero finalmente acabó en córner.

Los azulgranas lo intentaron con la batuta de Javi Saura y mejoraron con cada una de las diferentes variables que se fueron introduciendo desde el banquillo. Por su parte, Las Palmas prefirió trabajar en otras facetas, y pudo marcar un quinto tanto en una de las contras. Con un segundo tanto, que llegó demasiado tarde, obra de Álex Zambrano con tiro desde dentro del área, el Yeclano Deportivo murió en la orilla buscando un tercer tanto que le pusiera mojo picón a los minutos finales y le diera el goalaverage particular. Demasiado pedir para el equipo, que todavía tendrá remotas opciones matemáticas, pero que prácticamente roza ya la Tercera.