ElPozo Murcia ha dicho adiós al sueño de proclamarse campeón de Europa por primera vez en su historia. El cuando murciano ha caído por 2-1 ante el Barcelona, su bestia negra ante la que ya ha perdido las doce finales que ha jugado, tras un encuentro en el que puso todo lo que tenía pero en el que la falta de gol y la fortuna del contrario lo condenaron.

La efectividad decidió la primera parte. Y es que al Barcelona le bastaron dos tiros a puerta -los únicos que hizo en los diez primeros minutos-, para marcar dos goles. Además, con la fortuna de que en ambos casos el balón tocó en un jugador despistando a Espindola. Si la suerte se ponía de parte de un equipo que ya de por sí exhibe una brutal pegada, poco tiene uno que hacer cuando, además y como fue en el caso de ElPozo, uno tiene carencias en los últimos metros. Porque, eso sí, los pupilos de Giustozzi hicieron todo lo que estuvo en su mando para haber marcado algún tanto. Coleccionaron ocasiones, jugaron con verticalidad y ritmo, ejercieron buena presión en el inicio de la jugada del contrario pero se encontraron con balas de fogueo cuando tocaba disparar. Y, sin puntería ni suerte, poco se puede hacer. Ya puedes estar marcando el ritmo del encuentro que, si no finalizas, todo queda en nada.

Entregados al sueño de la remontada, el conjunto de la capital del Segura mantuvo el guión marcado en el primer acto. No era un mal plan, lo único es que el mismo hacía aguas en su desenlace mientras la introducción y el nudo eran buenos. Ese sueño comenzó a materializarse cuando marcó Leo Santana, haciendo justicia al empeño puesto. Fue el preludio de un bombardeo constante por parte de ElPozo, que lo intentó por todos los medios pero que, finalmente, no pudo volver a marcar quedándose a las puertas de un sueño europeo que intentó alcanzar pero que se le esfumó a pesar de todos sus intentos.