El ciclismo murciano no solo tuvo protagonismo en el Campeonato de España con Luis León Sánchez Gil, campeón de profesionales en ruta. Un joven de 24 años de edad, Miguel Ángel Ballesteros Cánovas (Alcantarilla, 23 de julio de 1996), también subió al podio, en su caso en la categoría Elite, reservada para los ciclistas mayores de 23 años que aún no han dado el salto a categoría Elite UCI. Esa medalla de bronce que conquistó en Baeza le supo a oro a un joven que hace justo diez años ya fue campeón nacional. Ahora, en la antesala de pasar a desarrollar la figura de 'stagiaire' -a prueba en el equipo profesional-, el corredor del Caja Rural, que tiene también estructura Continental Profesional, se subió al podio en el Nacional, donde refrendó los buenos resultados obtenidos después del confinamiento, donde fue tercero en la etapa reina de la Vuelta a Zamora y ocupó el mismo puesto en la general del Trofeo San José-Iberdrola, el Tour de Bulgaria y la Copa Doltcini de Rumanía: «Sí, parece que estoy abonado este año al tercer puesto», decía ayer con cierta resisnación desde La Manga, donde el ciclista de Alcantarilla pasará unos días de descanso antes de volver a la actividad en el mes de septiembre. Ahora le llega el momento de estrenarse con su escuadra en profesionales el 6 de septiembre en una carrera en Francia: «Ya tengo la bici y la ropa nueva. Me hace mucha ilusión», comenta el murciano.

Ballesteros ha vivido algunos altibajos en los últimos años. En 2018 estuvo en el campo profesional con el equipo Continental Polartec Kometa, que promueve Alberto Contador. Pese a que obtuvo algunos resultados destacados y demostró que con un poco más de experiencia estaría en disposición de despuntar, al final de la temporada le comunicaron que no continuaría en la escuadra. «La explicación que me dieron es que los patrocinadores habían dicho que no podían tener tantos ciclistas españoles y que por eso no me renovaban, pero mis resultados están ahí y cada uno puede valorar si lo hice bien o no», comenta.

En 2019 volvió al ciclismo amateur con el Valverde Team-Terra Fecundis, pero en 2020 decidió incorporarse al Caja Rural por tener este equipo estructura profesional. «Pensé que aquí, por tener ya un equipo, sería mucho más fácil pasar a profesionales. Me la jugué porque este es mi último año: o consigo pasar a profesionales o cuelgo la bicicleta, eso está decidido. Es el momento justo y tengo la edad idónea. Ahora me van a dar la oportunidad de estar en varias carreras con los profesionales, pero no está garantizado aún que tenga contrato con ellos para la próxima temporada», explica el alcantarillero, quien está estudiando preparación física en alto rendimiento «porque quiero seguir ligado al deporte. Me gusta y he pasado toda mi vida haciendo esto, pero si no encuentro nada, trabajaré de lo que salga o en la empresa que tiene mi hermano», comenta sobre su plan B en caso de no lograr su sueño.

El bronce en el Campeonato de España solo vino a refrendar las buenas sensaciones que había ofrecido durante el primer tramo de la temporada, donde logró varios podios en el Memorial Sanroma y la Vuelta al Guadalentín, a los que se sumaron los obtenidos desde el regreso de la actividad tras el confinamiento. En Baeza el pelotón se encontró «con una carrrera a la que le faltaba el control de otros años por la ausencia de Alejandro Valverde y los Movistar. El recorrido era duro y exigente, y al final se iba a resolver por eliminación, como así fue. El que llegara en las mejores condiciones a esa última subida conseguiría la victoria», explica sobre la cita del Nacional. El alcantarillero se la jugaba con los ciclistas de su categoría, pero el marcaje era muy difícil de llevar a cabo: «Podías ver un poco quién estaba al final y quién no, pero la clave estaba en aguantar al máximo con los profesionales para conseguir la medalla, como así fue».