El Real Murcia se quedó el pasado mes de enero sin fichar al ser incapaz de desbloquear las denuncias que tenía ante la AFE. Sin liquidez, los gestores murcianistas prefirieron no abonar las cantidades que varios futbolistas habían reclamado a través del sindicato de jugadores. Ahora, todas esas deudas han sido satisfechas, según ha informado el club en un comunicado. Todos los años el plazo de pago acaba el 30 de junio. De no cumplirlo, las entidades están abocadas al descenso administrativo, sin embargo, en esta campaña, puesta en jaque por la crisis del coronavirus, la fecha límite se había extendido hasta final de este mes de julio. No habrá que esperar hasta el último minuto, porque el Real Murcia ha confirmado que "que en el día de hoy se ha presentado la acreditación de pago a la Real Federación Española de Fútbol en relación a las denuncias presentadas a través de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE)".

Con este pago, además de evitar el descenso administrativo, el Real Murcia ya ha desbloqueado la inscripción de fichajes en la Federación Española de Fútbol. Aunque aún queda pendiente de pago lo que se le adeuda a Pedro Gómez Carmona, quien ganó en los tribunales a los murcianistas después de ser despedido por Deseado Flores solo dos meses después de haber sido contratado, en Nueva Condomina explican que esa deuda no puede volver a bloquear la inscripción de jugadores.

Con el pago a AFE, el Real Murcia salva una temporada más. Y es que las denuncias de futbolistas ya se han convertido en una tradición cada mercado de fichajes. En enero, varios jugadores, entre ellos David Mateos, Charlie Dean, Simón Ballester o Cebriá, acudieron al sindicato de futbolistas para exigir el pago de las cantidades que se les adeudaban y que no habían sido abonadas en los plazos correspondientes. La Federación Española bloqueaba así los fichajes, impidiendo al club a reforzar su plantilla. Solo se consiguió hacer ficha del primer equipo a dos jugadores que pertenecían al filial -Meseguer y Quereda-, y todo gracias a un favor de la Federación Murciana, que dio unas horas extras a los murcianistas para llevar a cabo esos cambios. Seis meses después, el problema se resuelve.

La entidad presidida por Francisco Tornel no duda en destacar en su nota "ninguna de dichas denuncias correspondía a la actual temporada, ya que todos los miembros de la plantilla de la campaña 2019-2020 están al corriente de pago, por lo que las denuncias corresponden al pago de los honorarios de futbolistas y a rescisiones de temporadas anteriores, todas ellas realizadas por antiguos gestores y reclamadas por vía judicial". Pero no todas las denuncias llega por gestión de anteriores dirigentes, y es que las cantidades reclamadas por Charlie Dean, Simón Ballester o Cebriá, pertenecen a rescisiones de contrato del pasado verano, cuando ya estaban en Nueva Condomina tanto Francisco Tornel como el actual consejo de administración. El propio portero murciano fue despedido para hacer hueco a Lejárraga después de que Tanis también fuese renovado. Por su parte, Cebriá, otro de los guardametas que formaba parte de la plantilla, llegó de la mano de Pedro Cordero. Se firmó para el Imperial pero no se dudó en incluir una cláusula que al verano siguiente tendría plaza con el primer equipo, lo que supuso un problema.

Los jugadores, pendientes del complemento salarial

Ya han sido abonadas las cantidades a la AFE, pero el Real Murcia no ha acabado con los pagos de la temporada 2019-2020. Los granas todavía tienen que abonar a los jugadores del este curso las cantidades de los últimos meses que no cubre el ERTE. El pasado mes de marzo el club grana no dudaba en aplicar un Expediente Temporal de Regulación de Empleo. Gracias a esta medida, los granas han podido salvar el final de campaña, ya que en los momentos en los que apareció el coronavirus, las arcas de Nueva Condomina empezaban a estar vacías y no se esperaban ingresos extras quitando la ampliación de capital. Ahorrándose el 70% de las nóminas y una parte de la Seguridad Social, solo habría que abonar un 30% de los salarios, después de que el consejo de administración diese su palabra a los jugadores. Una parte de esas cantidades todavía no han sido abonadas.