Sergio Aracil celebraba el pasado 12 de enero su partido 100 en Tercera División. El joven técnico alicantino, que afronta su segunda campaña al frente del filial del UCAM, soplaba las velas en Mula ante el Muleño, el equipo que le dio su primera gran oportunidad de sentarse en un banquillo y en el que estuvo dos temporadas. Solo siete días después el preparador de 31 años dirigía su primer choque en Segunda B. La destitución de Miguel Rivera al frente del primer equipo universitario permitía a Aracil dar el salto de manera provisional a la división de bronce. El de San Vicente del Raspeig se ponía al frente de una plantilla a la que ni Rubén Albés ni el mencionado Rivera han logrado sacar punta. Después de una vuelta del campeonato del Grupo IV disputada, los universitarios coquetean con el descenso cuando el objetivo era mucho más ambicioso.

«No es un marrón», decía Aracil en la rueda de prensa previa al choque frente al Linense. «Soy un hombre de club», añadía a la hora de referirse a su provisionalidad en el banquillo del primer equipo. Y tras su primer examen no ha defraudado. El UCAM Murcia conseguía sumar tres puntos en La Condomina tras ganar al Linense gracias a un golazo en el último minuto de Rafa de Vicente.

En un partido loco, los azulones nunca bajaron los brazos. Pese a ver cómo los visitantes daban la vuelta a un 2-1, poniéndose 2-3 a falta de 24 minutos para el final, Adán, con una falta magistral en el 70, y el malagueño con un misil en el 90 daban remontaban un encuentro que se había complicado más de lo que se esperaba.

Ese triunfo ha dado tranquilidad en los despachos de La Condomina. Aunque se sigue buscando entrenador titular, los responsables universitarios han decidido tomárselo con calma y dar otra oportunidad a Sergio Aracil.

El domingo el alicantino se sentará en el banquillo para dirigir el choque en Marbella. Será otro hueso duro de roer para los azulones, que además de combatir contra un equipo que está segundo en la tabla con 40 puntos y que solo ha perdido un partido en 21 jornadas también tendrán que superar sus propios miedos, y es que en lo que va de Liga no han sido capaces de lograr dos victorias consecutivas.

No lo hizo Rubén Albés, que solo sumó un triunfo en siete jornadas; y tampoco lo pudo conseguir Miguel Rivera, que en sus 13 encuentros ganó cuatro.

La 'misión imposible' del UCAM será ahora la 'misión imposible' de un Sergio Aracil que intentará sumar su segunda victoria para convencer a sus jefes de que el entrenador que necesitan los azulones para relanzarse en la clasificación está en casa.

Tras ganar al Linense, los universitarios tienen 26 puntos, seis más que el Algeciras, en puestos de play out a Tercera División.