Lleva la portería del Real Murcia bajo sospecha desde que comenzó la liga. Puede incluso que antes. Nadie olvida el verano de trasiego de porteros. Entradas y salidas para finalmente apostar por la marcha de Simón Ballester, al único que nadie le tuvo en cuenta su condición de jugador murciano y murcianista de cuna; y la llegada de Lejárraga. Tanis Marcellán se aseguraba la continuidad en una plantilla que contaba con dos porteros senior. La pretemporada solo sirvió para generar dudas.

Los dos metas elegidos por el Real Murcia daban poca seguridad por no decir ninguna, sin embargo las cartas ya estaban echadas. Comenzó jugando en liga Tanis, pero en dos jornadas, Adrián Hernández daba la alternativa a un Lejárraga que ya no ha perdido el sitio. Titularísimo, aunque no salvador. El meta vasco es una de las piezas más débiles del tablero. Cada semana pone a temblar al murcianismo con sus malas salidas y sus fallos notables. Pese a que ningún error del portero grana había costado puntos, no había que ser adivino para sabes que antes o después ocurriría. Y el día ha llegado. Esta mañana, el Yeclano se ha puesto por delante del marcador después de un mal despeje de Lejárraga. No ha blocado el vasco y el balón ha encontrado a un Alayeto que no ha fallado.

Era el minuto 15 del duelo regional que Real Murcia y Yeclano disputaban en Nueva Condomina. Era el principio de un partido que enfrentaba a dos equipos en buenas dinámicas, con los locales impulsados por su triunfo en el derbi y su victoria en la final de la Copa Federación y con los visitantes durmiendo toda la semana en play off después de hacer un '9 de 9'. Era el inicio de un choque en el que el marcador ya no se movió.

Querían los granas traducir sus buenas sensaciones en números, para alejarse definitivamente de la zona de abajo, pero a diferencia de lo que ocurrió en el derbi contra el FC Cartagena, el partido se les puso pronto cuesta arriba. El gol de Alayeto tras una falta lateral y un fallo de Lejárraga ensombrecía una mañana soleada en Nueva Condomina. El Yeclano, no saltándose ninguna página de su libro de cabecera, había encarrilado el choque al primer soplido. Con el 0-1, Sandroni obligaba al Real Murcia a llevar la iniciativa, y esa lección todavía no la tienen asimilada los granas.

Como estaban obligados, lo intentaron. Con un centro del campo (Armando y Manolo) con pocos recursos creativos, de nuevo las bandas tenían que tomar protagonismo, pero llegados a este punto, el Real Murcia volvió a atascarse a la hora de volar. Iván Pérez, titular por decreto, no es de ninguna ayuda; Álvaro Rodríguez no pudo casi nunca con Héctor Camps y Dorrio no fue suficiente. Pero si a alguien echa en falta el Real Murcia es a Josema. El muleño repetía titularidad, sin embargo, tras el parón por lesión, no encuentra el ritmo, y esa pesadez en sus piernas es una losa para un equipo que no tiene grandes dibujantes en su plantilla.

Lo intentaba el Real Murcia, pero sin generar peligro, sin destrozar las bien posicionadas líneas de un Yeclano perfectamente diseñado por Sandroni. Tenían donde querían el partido los azulgranas. El marcador a favor, el Real Murcia bien sujeto y siempre dispuestos a salir a la contra. Y de vez en cuando, sabedores de su ventaja, no dudaban en rascar segundos al reloj y desquiciar un poco más a los locales.

No había grandes oportunidades, pero el partido tampoco era gris. Era una lucha cuerpo a cuerpo, donde el trabajo del Yeclano era suficiente para contener los tímidos ataques de los locales, que apenas encontraron a Chumbi y a Toril.

Se abrió más el Yeclano en el inicio de la segunda parte. Siempre manteniendo sus líneas, los de Sandroni intentaban sorprender con avanzadillas para hacer dudar al Real Murcia de su estrategia. Cada vez más descolocados, sin un plan fiable, los granas se defendían como podían. Parecía el Yeclano jugar en su propia casa, con mucho trabajo y presión, se multiplicaban sobre el césped. Da igual que Nueva Condomina no tenga nada que ver con La Constitución, los azulgranas le habían cogido la medida al partido, y eso que la primera gran oportunidad del segundo periodo fue para el Murcia. El meta Serna estuvo de notable en un disparo de Dorrio.

Fue un espejismo, porque el partido ya estaba en manos del Yeclano. Un vendaval se vivió a continuación. Tuvo el gol Héctor Camps, se estrelló con el palo Víctor Fenoll, se anuló un gol por fuera de juego a los visitantes y se reclamó la expulsión de Edu Luna por una mano del central cuando ya llevaba amarilla.

Adrián Hernández veía las cosas tan mal que antes del minuto 70 ya había realizado los tres cambios. Josema y Chumbi, por méritos propios, dejaban sus sitios a Peque y Andy. Edu Luna, al llevar amarilla, era sustituido por Melgar.

Estaba el partido tan roto y el Yeclano tan cómodo en la presión y en ganar cualquier guerra de guerrillas, que el Real Murcia solo podía rezar para que surgiera la inspiración, pero, una vez más, se vio que de eso no hay en la plantilla.

El Yeclano supo quedarse con el partido y confirmarse como el equipo revelación, instalándose en la tercera plaza. El Real Murcia, que en el descuento sufrió la expulsión de Armando, tendrá que seguir sufriendo.