La Media Maratón Ciudad de Murcia-Gran Premio Hipercor entró ayer en una nueva década. Hace cuarenta años, apenas unos cuatrocientos corredores se lanzaron a la aventura en el barrio de Los Dolores de recorrer caminos de huerta. Los avituallamientos los recibían en las casas que encontraban por el trazado, donde los vecinos ofrecían buñuelos y paparajotes a los participantes. El máximo trofeo era una placa con una azada que se convirtió en objeto de deseo para los mejores. Además, dado el origen de la carrera, también había premios para los corredores que iban vestidos de huertanos. Cuatro décadas después, una santomerana de 40 años, Inmaculada Pérez, madre de tres hijos y bióloga de profesión, y el alicantino Andrés Micó se llevaban a casa el trofeo y la gloria de ganar en la cuadragésima edición de la prueba del Club Atletismo Murcia, la entidad que cogió el relevo a la Peña Maratón, la creadora de la carrera, y al Club Universitario Maratón. En la jornada más calurosa del tropical, hasta el momento, mes de marzo en Murcia, ganaron una cita que vive una eterna juventud pese a la feroz competencia que tiene hoy en día.

Los triunfos de Micó e Inma Pérez no sorprendieron a nadie. El atleta de Villena ha triunfado ya en cuatro ocasiones en esta prueba. Hace diez, en una edición que se disputó con un recorrido con salida y meta en Nueva Condomina, subió por primera vez a lo más alto del podio después de coleccionar varios segundos y terceros puestos. Ahora, con 37 años y en un gran estado de forma tra superar en 2018 una lesión, acumula ya dos éxitos en la ciudad de Murcia en 2019, ya que el pasado mes de enero también ganó la maratón. «Cuando a mitad de recorrido me he encontrado solo, no he apretado porque la semana que viene tengo la Media de Elche», explicó Micó, quien cruzó la línea de meta con un tiempo de 1 hora, 9 minutos y 52 segundos en un momento donde el termómetro ya marcaba 25 grados. El podio lo completaron los hermanos murcianos Fernando y Javier Villegas Jaén, quienes entraron de la mano en 1 hora, 11 minutos y 50 segundos.

Inma Pérez, quien nació en octubre de 1978, unos meses antes del nacimiento de la prueba, también está en estado de gracia. Esta temporada ha ganado ya cuatro medias maratones -se impuso en Cartagena hace dos semanas- y se encuentra «en el mejor momento de mi vida», dice. «Cada día me siento más cómoda. Tengo que aprovechar ahora que puedo entrenar y me encuentro muy bien», dice una corredora que es madre de tres hijos, trabaja como bióloga en el servicio de cardiología del Hospital de La Arrixaca y que acabó en 1 hora, 26 minutos y 10 segundos. La segunda plaza fue para una atleta que realizaba su cuarta media maratón, subiendo en todas ellas al podio. La murciana Almudena García, del Fondistas Alcantarilla pero criada en el CA Murcia, acabó en 1 hora, 29 minutos y 34 segundos. «He hecho dos veces la media de Murcia, Torre Pacheco y Cieza y en todas he mejorado mi marca», afirma la joven de 24 años. La tercera plaza fue para Soraya Lumbreras Sánchez, del Puerto Torrevieja, con 1h.33:34.

Asimismo, en la distancia de 10,6 kilómetros, José González, del Orbitalia Nogalte, con 35:27, y María Martínez Alburquerque, con 40:38, se hicieron con la victoria. En hombres, la segunda plaza fue para el alicantino José María Davo López, del Maratón Crevillente, mientras que tercero concluyó Iván Pérez Méndez, de El Cabeço de la Sal de Pinoso, un club que acudió con un buen número de deportistas.

En féminas, tras Martínez Alburquerque llegó la duatleta murciana Cristina Moreno Robles, que recientemente se proclamó campeona regional de su especialidad en Caravaca y que el año pasado ya ganó la 10K, mientras que el tercer puesto fue para la alicantina Pili Amorós Cremades, quien entró de la mano en meta de su compañera María Dolores Albert sin saber que se jugaban el tercer puesto.

La Media Maratón de Murcia, que entre sus participantes contó con 315 militares de la III Bandera de la Brigada Paracaidista, repartió entre todas las categorías, tanto femeninas como masculinas, 81.800 euros en regalos, entre los que habían tarjetas de compra de 550 y 2.000 euros para equipos. Los 1.200 destinados a los corredores que batieran el récord se quedaron otro año sin dueño.