El UCAM Murcia volvió ayer a ser el UCAM Murcia. El equipo universitario, esta vez sí, dio con la tecla y sí quiso ponerse el mono de trabajo para imponerse a su rival en otra de las salidas más difíciles de la temporada: el Municipal de La Línea de la Concepción.

Y es que los datos previos al encuentro no eran, precisamente, alentadores para el cuadro que dirige Pedro Munitis. Visitaba al Linense, un estadio en el que nunca había ganado, y a un rival que solo había perdido un encuentro en casa en todo el curso, precisamente siete días antes frente al FC Cartagena. Además, con este incontestable triunfo (0-2), corta el UCAM una racha de cuatro encuentros consecutivos sin ganar lejos de La Condomina.

Las sensaciones mostradas por el equipo en las últimas jornadas no estaban siendo lo suficientemente buenas. Pero ayer, en La Línea de la Concepción, la escuadra universitaria dio un golpe de efecto sobre el césped y en la clasificación, alejando así a un rival directo por el play off y manteniéndose a la estela del líder, el FC Cartagena, del que solo le separa un punto.

No le faltó razón a Munitis al afirmar tras el partido que su equipo había dominado todos los registros: tuvo la mayoría de las ocasiones, fue de menos a más en lo referente al control del juego, y todos sus jugadores rindieron a un nivel notable.

Con la baja de última hora de uno de sus líderes ofensivos, Isi Ros, aquejado de un proceso febril, Kilian Grant, Collantes, Titi y el 'renacido' Luis Fernández se encargaron de dar luz y color al trabajo sucio del resto de sus compañeros. No hubo un líder destacado sobre el césped, ya que más allá de individualidades, el UCAM jugó como equipo y supo, esta vez sí, imponer su ley sobre su rival, una premisa que no venía siendo habitual tras lo visto por Badajoz, Ibiza, San Fernando o Talavera.

Pese a que los primeros minutos del partido no fueron especialmente alentadores, ni UCAM ni Linense daban con la tecla para meter la marcha necesaria en el juego e inclinar la balanza a su favor. El Linense presionaba con inteligencia la salida de balón del UCAM, propiciando pérdidas graves en campo propio que, por fortuna para los de Munitis, no llegaron a buen puerto.

La imprecisión en los pases, por parte de ambos bandos, se convertiría en el principal hándicap para ver un mejor espectáculo. El Linense intentó animarse antes, con Gastón Cellerino y David Moreno disfrutando en sus botas de las primeras ocasiones del partido, aunque no encontraron puerta. El UCAM asumió los riesgos necesarios, sin renunciar a un ideal de elaboración que no venía siendo efectivo últimamente, para empezar a estirarse y ensanchar el campo. Las bandas, especialmente, dieron alas a los universitarios, gozando así de mucha profundidad y buscando el 'pase de la muerte'.

Pese a que el atacante local Pirulo gozó de una buena oportunidad dentro del área tras forcejear con Javi Fernández, el UCAM sacó petróleo de una recuperación en campo propio para marcar el primer tanto del partido.

Pese a que el Linense intentaba trenzar la jugada, Luis Fernández apareció para robar sobre Chico y conducir la transición rápida de su equipo. Dejó la pelota a Titi, quien prácticamente de primeras la puso donde su ojo quiso entre líneas para facilitar la internada de Kilian Grant en el área y que el extremo finalizase la jugada enviando el balón a las mallas con un disparo ajustado al palo y a media altura.

Las tres novedades del partido en la delantera fraguaron una transición ofensiva perfecta que, a los veintisiete minutos, diseñó un partido de otro tipo. De forma casi instantánea, el UCAM gozaría de otra oportunidad que a punto estuvo de rematar el partido en escasos instantes. Collantes la colgó con mimo desde el vértice derecho del área grande buscando el segundo palo, donde Titi, lanzándose en plancha, apareció para rematar de cabeza por encima del travesaño.

Sin embargo, el Linense daría su último aviso serio en el partido a los 33 minutos de juego. Gato se impuso en velocidad al central Javi Fernández para plantarse ante Germán, con muy poco ángulo, propiciando la parada del portero del UCAM con su pie izquierdo en un alarde de colocación y reflejos.

Era el día para que los de Munitis se reafirmasen, y no hubo excepción. Pese a que el Linense desaprovechó hasta tres buenas faltas cercanas a la portería para marcar, el UCAM mantuvo su decisión de ir a por el partido y no cesó en su empeño.

Tras el descanso, Gastón dio otro aviso claro rematando de cabeza por encima del travesaño. Pero, a partir de ahí, los cuarenta minutos restantes del partido tuvieron un claro color amarillo, color de la vestimenta que lució ayer el equipo universitario. Javi Montoya, meta local, se encargó de frustrar un mano a mano en el que Titi no estuvo acertado. El ritmo del partido era muy elevado, pero solo el UCAM consiguió resistirlo pese al doble y tempranero cambio que efectuó el técnico del Linense, Jordi Roger.

Britos, tras un saque de esquina, y Collantes, quien no cazó un balón largo por centímetros, hacían presagiar que el tanto de la sentencia estaba más cerca que un posible empate del Linense. Titi se marchó lesionado a la hora de partido, dejando su puesto a un Onwu más enchufado y entonado que en semanas anteriores.

Ese gol ansiado no tardaría en llegar. En el minuto 69, el minuto del amor, Luis Fernández volvería a sonreir más de tres meses después tras estar lesionado con un nuevo tanto en su haber, el tercero del curso. Tras una jugada algo rocambolesca, plagada de rechaces dentro del área, el central Joe no pudo evitar que el balón cayera en las botas de un bien posicionado Luis Fernández para que este remachase a la red y firmara el gol definitivo del triunfo.

Liberado y con el Linense hundido, fue el momento para que el delantero gallego siguiera gustándose, demostrando que la chispa que posee está volviendo a florecer en sus botas para convertirse en uno de los líderes del equipo universitario en esta segunda vuelta. Quiere ser el mejor refuerzo invernal y, en un solo partido, ha vuelto para demostrar que puede ser un delantero diferencial en la categoría.

La recta final del partido tuvo poca historia, con un UCAM más que tranquilo ante las imprecisiones constantes de un Linense que terminó de hundirse tras ese segundo tanto. El UCAM siguió rondando el área local, especialmente al contragolpe, pero los delanteros no estarían acertados, especialmente un Julen Colinas que disputó los últimos minutos del partido y que se quedó sin fuelle tras llegar al área tras una larga carrera.

Sin tiempo para más, el UCAM Murcia volvió a evidenciar que la calidad de sus jugadores, con el mayor de los sacrificios tanto en defensa como en ataque, es capaz de sorprender a cualquier rival y en cualquier estadio. Ahora, con la tensión de las últimas semanas rebajada, los universitarios están listos para afrontar una batalla por el liderato que se antoja de tú a tú con el FC Cartagena. La actuación en el partido de ayer frente al Linense, revelación y 'coco' del grupo IV, es una de las mejores muestras para poder afirmarlo.