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Fútbol

Cristo espera, el Cartagena medita

El futbolista tinerfeño, que se recupera de una rotura en el tendón de Aquiles de su pierna derecha sufrida en mayo, se incorpora paulatinamente al trabajo del equipo mientras los dirigentes no tienen claro aún si tendrá ficha para el tramo final de la Liga

Cristo espera, el Cartagena meditafelipe garcía pagán

El futbolista canario Cristo Martín (Santa Cruz de Tenerife, 1987) enfila su último tramo en la recuperación de la lesión -rotura del tendón de Aquiles derecho- que lo tiene apartado de la competición oficial desde el pasado mes de mayo. El jugador aguarda mientras que el club medita qué hará esta temporada con una de sus figuras más destacadas en las tres últimas temporadas.

Los dirigentes cartageneristas no tienen nada claro qué va a ocurrir con el centrocampista, que se encuentra sin ficha debido a la lesión de larga duración que padece y, por tanto, la incertidumbre alrededor de Cristo es cada día mayor, mientras él empieza a incorporarse poco a poco a los entrenamientos del primer equipo.

Para que el futbolista pueda tener protagonismo necesita que su ficha sea gestionada, pero desde la entidad albinegra reiteran una y otra vez que están satisfechos con todos los jugadores de la actual plantilla y, a día de hoy, no encuentran el resquicio para hacerle hueco a Cristo Martín en la lista de jugadores profesionales del primer equipo. Además, el centrocampista no está recuperado aún del todo, necesita más tiempo para encontrar el punto óptimo. En el caso de que el club decidiera habilitar una ficha, se desconoce cuándo estaría en condiciones de ofrecer un rendimiento apropiado.

La de Cristo Martín es una patata caliente en manos del club y del propio entrenador. La armonía en el vestuario es grande y el técnico uruguayo quiere tocar lo mínimo ese buen ambiente que se palpa. Eliminar una de esas fichas para incorporar a Cristo Martín es un arma de doble filo con la que hay que contar en el caso de que se produzca.

Contrato hasta 2020

El futbolista, recordemos, decidió renovar por tres temporadas en junio de 2017, por lo que tendría otro año más de contrato. Esta es, probablemente, la carta con la que juegue el club en el caso de que, definitivamente, todo se quede como está y Cristo no disputa ni un minuto esta campaña. Una posible ampliación de su relación contractual -recordemos que finaliza en 2020-, puede ser el argumento que use la entidad cartagenerista para compensar al jugador por el año en blanco que podría estar con esta grave lesión.

En las tres temporadas anteriores, bajo la tutela de Víctor Fernández primero y Alberto Monteagudo más tarde, disputó una media de 30 encuentros por temporada. Su aportación ha sido siempre importante, al ser considerado un jugador con gran capacidad técnica y capaz de desenvolverse a la perfección entre líneas.

A sus 31 años, Cristo Martín afronta un tramo decisivo en su carrera deportiva. Volver a jugar tras recuperarse de una de las lesiones más complicadas para un jugador le aseguraría un futuro ligado al fútbol duradero.

Debido a que es una lesión por desgaste, es más común que la padezcan deportistas veteranos, por la suma de microtraumatismos, que jóvenes. Se debe, por tanto, al desgaste del tejido fibroso que une el gemelo y el músculo sóleo al hueso del talón. Y la mejor solución es la intervención quirúrgica, tal y como le sucedió a él.

Hay muchas y muy diferentes situaciones dentro del mundo del fútbol en las que una rotura de este tipo ha podido acabar con la carrera de un futbolista o se ha convertido en un obstáculo más dentro de su trayectoria.

Por poner algunos casos, David Beckham, que sufrió la lesión a los 34 años, necesitó cuatro meses para recuperarse y se perdió el Mundial de Sudáfrica, en 2010; Zanetti, con 39 años, tardó seis meses en volver a un terreno de juego.

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