Llega tímido. Parece bastante reservado, pero es cierto eso de que las apariencias engañan. Sergio Ayala López tiene 25 años, fue uno de los fichajes de este pasado verano y, lo cierto, es que ese refuerzo suscitaba dudas debido a que en el Sint-Truidense de la Primera División de Bélgica, equipo del que procedía, casi no jugó. Pero su vida, en apenas unos meses, ha dado un giro de 180 grados. Ha pasado de desaparecer en los Países Bajos, a ser fundamental en el esquema de Gustavo Munúa.

Ayala parece un tipo introvertido fuera del campo, pero cuando se pone la camiseta del FC Cartagena, se transforma. ¿Le gustan las entrevistas?

Sí. Creo que viene bien para un futbolista hablar. El aficionado no conoce bien a los jugadores y creo que para eso, es muy bueno. Está bien que todo el mundo sepa que también nosotros tenemos nuestros problemas, nuestra familia y cosas así. Dentro del campo nos transformamos todos porque queremos ganar.

Pues empezamos. Llega de Bélgica este pasado verano, donde prácticamente no jugó. Ha cambiado mucho su vida...

La verdad que ha cambiado muchísimo. Y lo necesitaba. En el Valencia Mestalla tuve un gran momento, estuve a buen nivel. Lo de Bélgica, estaba con una lesión y llegué de la mano de un entrenador que conocía (Tintín Márquez), pero lo echaron y todo me fue muy mal. Quería volver a estar al nivel que tuve en el Mestalla y creo que Cartagena era la mejor opción.

Aparte de lo del entrenador, ¿hubo algo más?

Me lesioné en el play off con el Valencia. Llegué con la lesión y me costó mucho entrar. Luego, hubo rencillas entre el entrenador y el club. Al llegar a ese equipo de su mano, no quedé muy bien visto. No fue un buen año. Además, al técnico que entró no le gustaba la salida de balón desde atrás y hacía un fútbol que a mí no me beneficiaba. Yo no era para ese equipo.

¿Cómo es no jugar?

Es duro. Tenía un compañero que era español y mi día a día era con él. Pero es complicado porque estás lejos de tu familia y tenía a mi mujer embarazada. Pero bueno, allí nació mi hija y al final sacas conclusiones positivas. El año ese ya pasó y aprendí.

¿Se arrepiente de haberse ido a Bélgica?

No. Lo he pensado mucho, pero realmente son situaciones. El año del play off con el Mestalla tenía ofertas de Segunda División. Pero me lesioné y esas puertas se te cierran. Al no poder jugar en superior categoría, tenía la opción de ir a Bélgica, a Primera División, con un entrenador que me conocía y elegí esa opción porque era buena y yo quería ir. Cuando todo pasa, sí le das vueltas y piensas que podías haber tomado otra decisión. Un futbolista tiene que tomar decisiones y puedes equivocarte. Pero al final estoy en el Cartagena, un equipo con muchas aspiraciones en Segunda B.

¿Y qué diferencia hay entre los dos países?

Aquí el fútbol es más táctico, más horizontal, se trabaja mucho en los entrenamientos lo táctico. Allí no, era casi todo físico, muy poco balón. Jugabas con delanteros de 1,90 y 90 kilos, y primaba lo físico. Por ejemplo, nos sacaban a un bosque a correr, a dar vueltas.

¿Cuando llegó a Cartagena se volvió a sentir futbolista?

Está claro que sí. Era lo que estaba buscando. El Cartagena me lo está dando todo y me he vuelto a sentir jugador. Tenemos una manera de jugar que me encanta.

¿Le costó mucho recuperarse psicológicamente o fue un proceso rápido?

Pensaba que me iba a costar más pero fue rápido. Tuve muchos minutos en pretemporada y me hicieron recuperar la confianza. Físicamente, estaba bien. Lo que me faltaba era vivir el ritmo de un partido.

Y ahora, dicho coloquialmente, a Sergio Ayala no lo sacan del once ni con agua caliente...

La verdad que estoy muy contento y muy orgulloso de jugar con estos compañeros. Aquí hay mucho nivel. Jugar semana tras semana en este equipo es muy complicado. Por eso es un orgullo.

¿Qué importancia ha tenido Munúa en todo esto?

El que me dio la confianza en mí mismo. Los que me ficharon me conocían y sabían el nivel que podía dar y la calidad que tengo. Pero faltaba ganar esa confianza. Pretemporada, es verdad, que es un momento del año en el que el jugador no está a su máximo nivel. Llevas una carga, un cansancio, y no se puede juzgar a un futbolista por un partido esos días. Personalmente, esta pretemporada me ha venido muy bien.

Ha jugado casi todo, pero aún así ha recibido críticas. ¿Cree que son justas?

Las críticas las gestiono bien. El aficionado, antes de venir, no me conocía. Yo estaba en el grupo III y no había pasado por aquí. Y en pretemporada se me juzgó, era muy temprano. Si no se te conoce, puede haber esas dudas. Pero bueno, creo que poco a poco he ido respondiendo bien y estoy muy contento. Yo soy muy activo en redes sociales y soy de leer el periódico en el bar. Las críticas me las tomo según la persona que venga. Si me viene una crítica de alguien que sabe de fútbol, sí que piensas que lo has hecho mal. Hay críticas y críticas. Se habla de la defensa pero es que atacamos con dos laterales. Por nuestro juego, es verdad que hay cosas que se pueden sufrir y cuando encajas un gol, a los primeros que se mira es a los centrales. Pero bueno, es lo que hay. Hay que respetarlas y ya está.

Y hablando de críticas, ¿es autocrítico? ¿Qué nota se pone?

Un 7 y medio, un 7. Siempre se puede mejorar. Hay partidos que se podía haber estado mejor, pero estoy contento.

En su presentación dijo que aportaría buena salida de balón, jerarquía y mando. ¿Se está cumpliendo?

Salida de balón, creo que sí. Jerarquía y mando, con el paso de los partidos, me voy viendo mejor. Cuando entras en un equipo nuevo, no tienes esa confianza en mandar. Cuando vamos jugando juntos más tiempo, ya te vas atreviendo. En el Valencia Mestalla fui capitán 4 años. En ese vestuario tenía un peso. Este año, poco a poco, voy ganando esa soltura a la hora de hablar y mandar en el campo. Hay jugadores por delante que se han ganado esa jerarquía, el caso de Moisés (García). Hay que seguirlos.

En la defensa del Cartagena se ja encontrado con capitanes generales. Mójese. ¿A quién prefiere? ¿Quién es la pareja de baile perfecta?

Todos tienen cosas positivas. Moisés y Antonio (López) tienen un perfil muy parecido. Defensivamente son espectaculares, mejores que yo. Pedro (Orfila), cuando juega en el centro, nos aporta esa velocidad que no tenemos nosotros. Me da igual la pareja pero que esté yo. (Risas). La verdad que son unos pedazo de futbolistas. Cualquier central de aquí es titular en otro equipo de este grupo.

¿Qué nota le pone a la primera vuelta?

Un 6,5 o un 7. Es cierto que hemos ido de menos a más. Últimamente hemos conseguido más solidez en el bloque. Pero vamos a más. Lo más importante llega ahora y todo se decide en estos meses. Queremos terminar en el 10.

¿Hay algún compañero que le haya sorprendido?

No conocía a Moyita ni a Santi (Jara) y son espectaculares. Julio (Gracia)... Con el balón, da gusto verlos. Pero hay otros, Óscar Ramírez, Jesús Alvaro, Cordero... Y otros que no juegan pero también tienen mucho nivel.

En la tercera posición. ¿Está el Cartagena donde le corresponde?

Sí por el inicio de temporada que hicimos. Pero no es normal que con los puntos que, al final, hemos hecho, no estemos primeros. Es de alabar lo que están haciendo Melilla y UCAM. Llevar el ritmo que llevamos, es bastante fuerte.

Supongo que tendrá ganas de quitarse la espina clavada de no ascender con el Mestalla...

Obviamente. En Cartagena también se tienen que quitar otra espinita. Eso te marca. La manera más rápida para subir es el Cartagena. Cuando no ascendimos con el filial del Valencia, los días posteriores lo pasamos más. Hablando claro, somos jugadores y superior categoría significa más caché. Perdemos también muchas cosas. Los días posteriores tienes pesadillas. Cuando vas avanzando, terminas soñando y nosotros lo estamos haciendo con un ascenso.

¿Necesitan más refuerzos?

El equipo está espectacular. Si vienen a mejorar el nivel, bienvenidos. Pero si se ficha, tiene que salir alguno. Y, ¿a quién quitas? Cualquier jugador de esta plantilla tiene nivel para estar en el Cartagena. Es de los mejores equipos que he estado y de los mejores de esta categoría. Yo no me reforzaría en ese sentido. No se sabe si mejorará. Pero si vienen, a remar todos.

¿Qué espera para la segunda vuelta?

Siempre son más complicadas. Las últimas diez jornadas son vitales. Te juegas la vida. La plantilla que tenemos es para que esas últimas jornadas estemos todos al 100% y no nos pase factura la carga de trabajo. La gente está respondiendo muy bien a esas rotaciones.

¿Dónde pasará la Nochevieja Sergio Ayala?

Me iré a Barcelona con Fito y cenaré con mi familia. Volvemos a la carga el 2 de enero y a pensar en el Linense, que no es fácil.

¿Más de Papá Noel o Reyes?

Soy más de Reyes. Pero es cierto que ahora hay liga esos días, con lo cual, nos hemos acostumbrado más a Papá Noel porque tenemos ahí las vacaciones. Por imposición celebramos más ese día pero yo soy de los Reyes Magos.

Y para cerrar, una típica: un deseo para 2019...

Sobre todo, salud. Y luego, ese ascenso con el Cartagena.