Los graves problemas económicos que tiene el Real Murcia nada más arrancar la Liga hacen presagiar que, antes o después, el club terminará volviendo a las manosdel mexicano Mauricio García de la Vega, quien por otra parte es el máximo accionista, tal y como han reconocido tanto el Tribunal de Arbitraje Deportivo como el Consejo Superior de Deportes, aunque se le sigue teniendo la entrada prohibida a Nueva Condomina. «Se veía venir que estos señores no tienen dinero y que solo querían aprovecharse de la posición mediática de lo que le ofrece el Murcia. Queda poco para que podamos solucionar los problemas del club», aseguró ayer el norteamericano.

«Hemos puesto medidas cautelares para frenar la ampliación de capital que propuso y aprobó el actual consejo de administración del Murcia. Estamos hablando de que es el punto y final de la historia de los Gálvez en el Real Murcia. Día tras días han demostrado que toman medidas en perjuicio del club y es el momento de que se acaben los incumplimientos y dejar ya de ilusionar a la gente con mentiras», explicó De la Vega sobre los siguientes pasos que asegura está llevando a cabo para que se produzca cuanto antes su segundo desembarco en la Nueva Condomina.

«A partir de hoy vamos a hablar de cosas reales por un Real Murcia que tenga un futuro estable. Creo que hemos reiterado multitud de veces que hemos asistido a demasiadas irregularidades y lo denuncié hace tiempo en diferentes ruedas de prensa», terminó añadiendo un exagente de jugadores que cada día que pasa parece estar más cerca de poder regresar a unas oficinas donde ahora mismo solo reina el desconcierto.

La situación económica es tan grave que los jugadores siguen con los dos primeros meses sin cobrar y los empleados todavía peor con hasta seis mensualidades pendientes, lo que también acorrala cada día un poco más a un consejo de administración que hizo gala de músculo y ahora se debilita a marchas forzadas.