El Real Murcia aprobó por la mínima el último examen antes de dar comienzo a la campaña 2018-2019, con un partido en el que los granas controlaron el juego ante un histórico, el Alcoyano, que competirá en el grupo III de Segunda División B el próximo ejercicio. El partido empezó con un Murcia bien plantado en el campo, con control del balón y practicando un juego volcado hacia la banda derecha, pero sin peligro sobre la portería del conjunto alicantino. Pese al buen comienzo grana, la primera ocasión fue para el Alcoyano con una internada del extremo izquierdo Brian Reyna, que termina con un tiro que sale lamiendo el palo.

El primer acercamiento serio de la escuadra grana llegó sobre el cuarto de hora, cuando el canterano Josema casi aprovecha un error de la zaga visitante, pero Bañuz estuvo ágil para sacara el balón con un pelotazo. Fue la ocasión más clara de una primera media hora de encuentro en la que el equipo de Manolo Herrero logró dominar el balón con posesiones cortas ante un Alcoyano, bien plantado siempre, que solo conseguía llegar a la meta de Mackay con faltas a balón parado que no sirvieron de mucho. Así, se llegó al descanso con un último cuarto de hora de muchas faltas por parte de los dos equipos, pero sin ninguna ocasión que pusiera en jaque unas zagas que se mostraron serias durante todo el primer periodo.

Todo igual al comienzo de la segunda parte; imprecisiones de los dos conjuntos y un juego poco vistoso, solo iluminado por alguna intervención de un recién ingresado Sergio Maestre que le cambió la cara al equipo conforme fueron pasando los minutos. Al llegar a la hora de partido, los granas se vieron mejor plantados en el campo que durante el resto del encuentro, con un Dani Aquino inspirado que llevó el peligro a la portería del equipo de Alcoy con un tiro desde la frontal que salió rozando el palo. Fue entonces cuando, tras una buena jugada de combinación sobre el minuto 64, los pimentoneros se adelantaron en el marcador con un remate al fondo de la red de Manel a pase del lateral Forniés, que dejó solo al catalán en el segundo palo para empujarla. A raíz del gol, el conjunto murciano empezó a mostrar su mejor versión, con posesiones de calidad que hacían del equipo grana el dominador claro del encuentro.

El encuentro continuó y la euforia de juego provocada por el primer tanto fue disminuyendo con los minutos. Así, a un cuarto de hora de la conclusión, Manolo Herrero realizó su habitual carrusel de cambios, donde los únicos que se mantuvieron en el terreno de juego fueron el guardameta Mackay y el central Hugo Álvarez, que ayer jugó su primer partido como grana. Pese a los cambios de ambos equipos, el partido fue muriendo, con un Alcoyano sin ideas y sin capacidad para generar peligro y un Real Murcia que pese a su dominio no logró tener ocasiones claras a lo largo del encuentro. Así las cosas, el último partido del Real Murcia terminó con un juego pobre y un resultado favorable de 1-0, lo que supone que el conjunto de Herrero termina la pretemporada con un balance de cuatro victorias, un empato y tres derrotas antes del inicio liguero ante el Atlético Sanluqueño.