Pedro Orfila es el segundo futbolista que este verano ha cruzado el Puerto de La Cadena con destino al Cartagonova. No por habitual deja de llamar la atención que un jugador cambie el grana por el albinegro de una temporada a otra. En su caso, el detonante fue el despido del Real Murcia, que le hizo replantearse su futuro y aceptar la oferta del FC Cartagena para formar parte de su defensa. A sus 30 años, llega aun club dolido por el final de la temporada pasada pero preparado para un nuevo intento. El defensa asturiano tiene claro que «es un año más para pelear por objetivos ambiciosos y plantearse ascender». Como otros, considera que subir de Segunda B a Segunda «es de los objetivos más complicados que hay en el fútbol español».

Llega para formar parte de una defensa muy competitiva, en la que Óscar Ramírez, Moisés y Jesús Álvaro fueron indiscutibles durante el curso pasado. Sin embargo, la polivalencia de Orfila le permite actuar tanto de lateral diestro como de central. «Es la historia de mi carrera. En todos los equipos jugué en las dos posiciones, y no tengo ninguna preferencia por ninguno de los puestos. Estoy acostumbrado a cambiar durante la temporada de un puesto a otro. En cualquier posición puedo jugar, según lo que considere el míster», afirma Pedro Orfila.

En principio, sus opciones apuntan más al centro de la zaga, porque Ramírez está plenamente consolidado en el carril diestro.

En cualquier caso, formará una zaga de mucho nivel, sea desde el centro o en el lateral. La competencia no le asusta, y asuma que «el nivel es muy igualado entre todos los jugadores de la defensa». «Eso ayuda a elevar el nivel del equipo. Se lo vamos a poner muy complicado al míster para elegir el once», declaró el jugador. Orfila coincidió con Moisés, quien podría ser su acompañante atrás, en su época en el filial del Sporting. A los demás, les conoce de enfrentarse a ellos durante el curso pasado, y dice que siempre se fija en cómo actúan los defensas de los equipos rivales.

A sus condiciones ya conocidas (seguridad en defensa, colocación y experiencia), el curso pasado sumó un poderío tremendo en las jugadas a balón parado. Firmó su mejor registro goleador de toda su carrera: cinco tantos. En ese sentido, dice que «fue una temporada atípica», porque nunca antes había destacado en ese ámbito». «Estuve bastante acertado. Me encontraba a gusto en las jugadas a balón parado y entraban los goles. Espero que este año pueda salir algo parecido», desea el defensor albinegro.

De momento, solo lleva tres días entrenando con en el Cartagena, pero percibe que «los entrenamientos son muy dinámicos» y que a Munúa «le gusta que la intensidad del día se refleje en los partidos». En cualquier caso, ve un grupo muy unido a estas alturas de la pretemporada.

No tardará mucho en regresar a la que fue su casa, La Nueva Condomina, con los colores del eterno rival murcianista. El asturiano asume que «en el fútbol suelen pasar estas cosas» y retira importancia al asunto. «Son dos equipos rivales. Aunque la afición allí pueda apretar más de cara a Santi Jara o a mí. Es algo con lo que vivimos los futbolistas, que también te motiva y que te guste ese ambientillo, pero sin ir más lejos que eso», comenta el nuevo defensa del FC Cartagena.