Solo cinco días ha necesitado Bernardo Cremades para validar el contrato de compra ejecutado por Mauricio García de la Vega el pasado mes de marzo sobre el paquete accionarial de Raúl Moro. El árbitró del Tribunal de Arbitraje Deportivo, que el pasado jueves citaba a las partes en una audiencia, apostó por emitir un laudo rápido, en el que da la razón al empresario mexicano, quien, tras la sentencia del TAS, queda confirmado como propietario del 84% de las acciones del club murcianista. «El 7 de marzo de 2018 se produjo el perfeccionamiento del contrato de compraventa de acciones de la sociedad Real Murcia, transmitiéndole la propiedad de todas las acciones de la que era titular Corporación Empresarial Augusta -sociedad controlada por Raúl Moro-, en favor de Iconos Nacionales -de Mauricio García de la Vega», indica el documento que el TAS envió ayer a las partes. Además, el tribunal deportivo obliga a Raúl Moro «al cumplimiento forzoso» del contrato.

Con el respaldo del TAS, máximo organismo de la justicia deportiva, Mauricio García de la Vega consigue el respaldo que venía reclamando desde que fue expulsado de Nueva Condomina por Miguel Martínez y Deseado Flores. El conflicto se inició en el mes de marzo. Después de que el mexicano ejecutase la opción de compra del club establecida en el contrato que firmó en diciembre con Raúl Moro, el extremeño dio un golpe sobre la mesa para invalidar dicho documento, y, con el apoyo de sus entonces socios en el consejo de administración, dio un golpe de estado, expulsando a De la Vega de su despacho. Pese a que los consejeros Gabriel Torregrosa y Juan Merino intentaron frenar los planes de sus compañeros de mesa, finalmente nada pudieron hacer, dimitiendo en la siguiente junta de accionistas.

Con García de la Vega vetado en Nueva Condomina, el siguiente paso dado por Raúl Moro fue vender de nuevo sus acciones, lo que podría ser considerado una estafa por cualquier tribunal. El comprador fue Víctor Gálvez, que se metía de lleno en la pelea abierta en el Real Murcia, pagando 300.000 euros al ya expresidente, aunque ese contrato solo tendría validez si el Consejo Superior de Deportes validaba la venta, algo que el CSD se negó a hacer posteriormente.

Con el repaldo de Miguel Martínez, Deseado Flores y el propio Moro, Víctor Gálvez tomaba el control del Real Murcia gracias a un poder otorgado por el extremeño. Completando el consejo de administración con su gente de confianza, Gálvez se ha mantenido seguro dentro de la entidad. Aunque ayer se llevó un golpe definitivo y que no esperaba, ya que siempre ha defendido que el TAS daría la razón a Raúl Moro.

Con el laudo arbitral que confirma a Mauricio García de la Vega como el propietario del 84% de las acciones del Real Murcia, al actual consejo de administración solo le queda dimitir y devolver el club al mexicano, que ahora deberá exigir que se dé validez a lo establecido por el TAS. Lo primero que deberá hacer es conseguir que le inscriban las acciones en el libro de socios del Real Murcia, además de pedir al CSD que respalde lo dicho por la justicia deportiva, un paso que no se tardará en dar, ya que el Consejo Superior de Deportes informó a las partes de que atendería lo que indicara el TAS. Por último, deberá acudir al Registro Mercantil para validar que es el propietario. Todo ello salvo que Raúl Moro vuelva a frenar el proceso y enredar una situación por la que ha puesto en peligro la supervivencia de la entidad centenaria.