El FC Cartagena caía derrotado por un escandaloso 1-4 en lo que es el primer gran descalabro de la temporada del hasta momento líder de la categoría en el Cartagonova. El equipo dirigido por Alberto Monteagudo ofreció una de sus peores versiones, con un fútbol insípido, anodino, espeso y muy gris, que alimentó en todo momento la esperanza de los jóvenes jugadores del Betis B para llevarse el partido y la primera victoria de la temporada a domicilio.

El FC Cartagena pasa de la risa al llanto en solo dos semanas, las que han transcurrido desde el derbi ante el Real Murcia, con victoria por 2-1. Los de Alberto Monteagudo, que saltaron con un equipo completamente novedoso por las numerosas bajas volvieron a ser vulnerables, ante un rival de menor nivel, como ya lo demostraron antes con otros de la parte baja de la clasificación como Las Palmas Atlético.

La expulsión de Mejías en el minuto 78 desarmó definitivamente a los locales, que fueron una marioneta en manos del Betis B, que hizo tres goles en diez minutos. Por eso, el equipo se llevó una pitada de los aficionados, que sacaron sus pañuelos en señal de protesta por lo que vieron.

El filial bético empezó avisando si ni tan siquiera haberse cumplido el medio minuto. En una rapidísima acción con rebote añadido, el balón le caía a Loren en la frontal del área y éste no se lo pensó dos veces para, de un zapatazo, mandar el balón arriba. Ese mismo jugador no tardó más de dos minutos en golpear de nuevo, pero en esta ocasión con algo más de puntería. En un ataque del equipo sevillano por la banda derecha, el esférico caía en el pico del área grande y era otra vez Loren el que lo iba a intentar. El atacante verdiblanco, máximo goleador del Grupo IV, vio a Marcos algo adelantado y le mandó el esférico por arriba, inalcanzable para el guardameta albinegro. En dos minutos de partido el Cartagena se había complicado mucho las cosas. Tocaba remar a contracorriente otra vez más, ante un oponente que si bien no andaba fino en defensa, ponía en apuros a la novedosa defensa cartagenerista.

Las bajas devolvieron la titularidad a Ceballos y a Morros, que se las tuvieron que ver con un Rober muy vertical y un Loren sobre todo con recursos técnicos que hacía de cada acción suya un instante de peligro.

El encuentro se convertía en correcalles en estos primeros instantes del encuentro, lo que suponía demasiados aspectos incontrolables para el equipo albinegro.

A eso había que añadir que el medio campo, con Alberto Aguilar por delante de la defensa, notaba mucho la ausencia de un futbolista que fuera capaz de sacar el balón controlado. De esta manera el fútbol que trataba de aplicar el Cartagena era demasiado plano, con toque tras toque que no suponía demasiada sensación de peligro.

Al cuarto de hora, Zabaco ponía el empate en el marcador, al cabecear al fondo de la red un saque de esquina. El defensor mandó a gol un balón que remató sin oposición. El susto ya se lo había logrado quitar del cuerpo el equipo de Monteagudo. Ahora tocaba volver a dominar y crear. Pero eso no sucedía, al menos en la primera parte, porque los locales seguían cometiendo los mismos errores para llegar a la meta de Pedro.

Antes de terminar el primer tiempo se lesionó Álvaro González, un nuevo contratiempo para la ya de por sí maltrecha plantilla cartagenerista. Fue, entonces, el turno para Dani Abalo.

En la segunda parte nada parecía cambiar, porque el Cartagena fue una sombra del de otras jornadas. La percepción de este equipo fue diametralmente opuesta a la de hace quince días.

El Betis B andaba muy contento por entonces con el resultado, porque además veía cómo no peligraba la portería defendida por Pedro.

Monteagudo se quedaba sin recursos. El entrenador no tenía demasiadas soluciones en el banquillo y encima se llevó la reprimenda de los aficionados cuando en el minuto 73 de partido decidió quitar del campo a su delantero Aketxe para meter a Moussa Camara. Los aficionados no entendía cómo no iba a por todas con sus dos delanteros.

El jugador cedido por el Leganés pudo hacer el segundo con un pase interior que recibía en el minuto 76, y en su disparo hacía emplearse a fondo a Pedro.

La siguiente jugada llegó con la falta de Mejías en el minuto 78, una acción que suponía la segunda amarilla para el defensa central y dejaba desarbolado a los suyos en los últimos diez minutos.

El Cartagena cayó en picado en ese momento ante un Betis B que aprovechó su punta de velocidad en las salidas para matar definitivamente al conjunto local. Aitor hizo el 1-2 en el minuto 81 en una contra en la que la indecisión de Marcos tuvo parte de culpa del tanto del atacante albinegro. Dos minutos más tarde era de nuevo Aitor el que hacía el 1-3 en otro pase interior ante una zaga ya derrotada. El público abandonaba el campo cuando llegó el 1-4 con una jugada de Irizo que provocó el aplauso del público.

El Cartagena estaba irreconocible; nunca antes con Alberto Monteagudo había caído de esta manera en ningún partido, y menos en el Cartagonova ante su afición a la que le brindó una victoria en el derbi días atrás. La felicidad es efímera, los jugadores nos lo recordaron ayer.