«Hoy ha salido un chico que el año pasado jugaba en el filial, y ha sido el mejor del partido con mucha diferencia». Así valoraba Alberto Monteagudo la actuación del costamarfileño Adama Fofana en el encuentro ante el Villanovense. Ante la acumulación de partidos en las piernas de Sergio Jiménez o Miguel Ángel Cordero, el técnico de Valdeganga apostó por el mediocentro africano, y no le defraudó. Estaba en todas partes, robaba balones y los entregaba siempre con criterio. Incluso en alguna ocasión se sumó al ataque con atrevimiento y dejó algún gesto técnico que mereció la ovación de la grada.

La suya es una historia de superación, la de un adolescente que llega a España con la ilusión de convertirse en futbolista profesional, y que va derribando cada puerta que se pone en su camino a base de tesón y esfuerzo. Después de pasar unos años alternando cesiones con su estancia en el filial albinegro, este curso se ha ganado su presencia en el primer equipo, y amenaza con no ser una mera comparsa. Adama está en la primera plantilla del Cartagena para ser un futbolista importante, con muchas cosas que aportar al juego albinegro, tal y como demostró el sábado.

El papel que le corresponde es el de sustituto de Sergio Jiménez. El de Los Belones es imprescindible en el puesto de pivote defensivo desde hace varias temporadas. Tan solo Gonzalo Verdú, un experimento que salió redondo, le hizo sombra el curso pasado. Con su marcha, la directiva albinegra no firmó a otro pivote y prefirió dar la oportunidad al chico de la cantera.

Hasta el sábado, Adama no había jugado ni un solo partido como titular en el Cartagena. Debutó en 2015 a las órdenes de Víctor, y este curso tuvo minutos ante El Ejido y en el choque copero frente al Mirandés. Contra el Villanovense, aprovechando que el miércoles tienen un duelo a cara de perro contra el Talavera para jugar los dieciseisavos de final de la Copa, Adama salió en el once inicial por primera vez. Monteagudo le sustituyó en la segunda mitad por miedo a que viese una segunda amarilla.

El entrenador manchego tiene otros jugadores que también pueden asumir ese papel de destructor del juego rival. Cordero ha actuado como '6' en alguna ocasión, pero despliega su mejor fútbol con un futbolista que le cubra las espaldas. Alberto Aguilar también era un pivote contrastado en sus primeros años como futbolista, pero el paso del tiempo le ha restado metros de recorrido y se adapta mejor al puesto de central. La juventud y la potencia física de Adama le permiten ese don de la ubicuidad. Llega a todas partes, tiene tentáculos en cualquier sitio para robar el esférico y es un pulmón en la medular, algo que su equipo agradece.

El mejor de los sub-23

Adama destacó en un mal partido de los cartageneristas, que no fueron capaces de romper el cerco defensivo del Villanovense. Otros dos jugadores jóvenes partieron de inicio en el once albinegro, aprovechando la política de rotaciones de Monteagudo por la acumulación de partidos.

Josua Mejías volvió a mostrar la solidez defensiva que exhibió en La Condomina ante el UCAM, pero cometió un par de errores que le pudieron costar caro al equipo, sobre todo con el balón en su poder. Por su parte, Kuki Zalazar sigue acusando su falta de continuidad y se le vio bastante desubicado sobre el césped.