Alejandro Valverde (Movistar) se mostró ayer «muy contento» de la evolución de las graves que lesiones que se produjo en el prólogo del pasado Tour de Francia en Düsseldorf y, aunque se había especulado con su regreso a la competición este mismo año, lo ha negado. «Da gusto acabar la temporada corriendo y lo de ir al Tour de China lo he tenido en la cabeza, pero de querer a poder hacerlo hay mucho. Ya estamos pensando en el año que viene para decidir en qué carrera volveré, Australia o Mallorca...», comentó antes de realizar una salida en bicicleta por los alrededores de Elche junto a los componentes del equipo presentes en la 72 Vuelta a España.

Valverde insistió en su satisfacción por la evolución que han seguido sus lesiones «tras la dura caída del Tour» porque se ha recuperado «mucho antes» de lo que pensaba. Detrás de esta rápida y casi sorprendente evolución, el de Las Lumbreras ha contado que hay muchas horas de trabajo «de recuperación», tanto con los fisioterapeutas, como en el aspecto físico para poder volver a pedalear antes de lo que él mismo había llegado a pensar.

Las distintas fases del trabajo de recuperación llegaban a superar algunos días las ocho horas, por lo que ha agradecido a todos los que han estado junto a él la labor que han desempeñado para conseguirlo, pero él mismo también ha sido parte fundamental porque, confesó, «me llevaba la máquina el fin de semana a casa para seguir trabajando y eso también me ha ayudado».

«Andar sí que puedo, pero correr no. Todavía no puedo hacer cosas exigentes», precisó. «Tengo algo de inflamación en algunas partes, pero puedo trabajar y hacer casi todo con normalidad, por lo que todo va bien», dijo antes de empezar a pedalear junto a sus compañeros de equipo, cuando ya ha llegado a hacer los últimos días hasta 80 kilómetros y no va más allá por «precaución».

Otro de sus secretos ha sido que en cuanto pudo «doblar 90 grados la rodilla» empezó a hacer «bicicleta acuática, que ayuda mucho porque no hay gravedad». Valverde ha reconocido que la recuperación está siendo «más dura» que el haberse perdido el Tour de Francia o la Vuelta a España porque en esas pruebas «te duele si estás bien y no rindes». Para el murciano lo más duro de esta lesión lo vivió el primer mes porque «estás acostumbrado a tener mucha actividad y no puedes hacer nada, aunque no te queda otra que acostumbrarte».