En las últimas cuatro temporadas, no había dudas al iniciar el curso sobre quién iba a ser el guardameta titular del Cartagena. La portería del conjunto albinegro tenía nombre y apellidos: Jesús Reguillos Moya, más conocido como Limones. Salvo algún percance, el arquero de Daimiel (Ciudad Real) lo jugaba todo: 40 partidos en sus dos primeros años, 37 el tercero y 35 el último. Pero en el tramo final de la campaña pasada, su inconsistencia le relegó al banquillo durante un tramo, aunque luego regresó para el play-off. Ahora Limones defenderá la portería del Mirandés, y sobre su sustituto en el Cartagonova queda abierto un debate.

La teoría indica que Pau Torres está llamado a ser el titular esta temporada, o al menos para ello se le ha fichado. El portero catalán, de 30 años, goza de una trayectoria realmente convincente para un equipo de Segunda B. Tras salir de la cantera del Barça, Pau se hizo un nombre en la categoría de bronce con sus actuaciones en el San Roque, el Ceuta y, sobre todo, en el Lleida. Allí fue indiscutible durante tres temporadas que le valieron una oportunidad en Segunda División. Sin embargo, ni en el Alavés ni en el Valladolid ha tenido apenas oportunidades para demostrar su valía.

A priori, el nivel de Pau es superior al de Marcos, pero necesita recuperar las sensaciones que le llevaron a ser uno de los mejores porteros de la categoría. En los últimos dos años solo ha jugado once partidos en competición liguera, de los cuales nueve se debieron a la lesión del portero titular. En el Alavés estuvo a la sombra de Fernando Pacheco, que este año ha sorprendido a propios extraños defendiendo la meta del finalista de la Copa del Rey. El curso pasado, Isaac Becerra le hizo sombra en el Valladolid, un equipo que rozó el play-off de ascenso a Primera.

Por su parte, Marcos Morales llegó el verano pasado al Cartagena sin hacer demasiado ruido, procedente del Mar Menor. Durante la pretemporada sorprendió por sus reflejos y su juego con los pies, pero iniciado el curso asumió su papel de eterno suplente. Hasta que en la jornada 27, Monteagudo sorprendió a todo el mundo situando al joven cancerbero madrileño bajo los palos en un partido en casa contra el Melilla.

En el encuentro siguiente, Limones volvió a la portería, pero el técnico manchego cambió de nuevo de portero cuatro semanas después, y mantuvo a Marcos hasta el último partido de la liga regular. Sin embargo, el período del madrileño como titular coincidió con la peor racha del conjunto cartagenerista. Un desastroso final de temporada le obligó a colarse en el play-off sobre la bocina y por la puerta de atrás. En esos días tan convulsos, Marcos no estuvo afortunado. Le llegaban con facilidad, pero se mostró dubitativo en las salidas y en ningún momento ofreció sensación de seguridad. Por ello, en el play off, Monteagudo rectificó su error. Con 22 años, aún tiene recorrido para ser «el portero de futuro del Cartagena», tal y como le definió Monteagudo. Pero con la llegada de Pau Torres le ha salido un duro competidor, y tendrá que mostrar la sobriedad que le faltó en los momentos decisivos para quitarle el puesto a un portero tan experimentado. Precisamente el punto débil de Marcos, las salidas y el juego aéreo, es la mayor virtud del cancerbero catalán.

Desde la llegada de Pau, ambos se turnan en la portería en los amistosos que disputa el conjunto cartagenerista. Con frecuencia disputan media parte cada uno para convencer al preparador de Valdeganga de quién es el más preparado para situarse bajo los palos del Cartagonova cuando empiece lo serio. Uno tiene la experiencia y la seguridad, el otro la juventud y reflejos, pero solo uno podrá ser titular.