Salir al campo en buena forma física es importante para jugar al golf sin dolencias o molestias que nos impidan tener un buen juego y, sobre todo, disfrutar. Por ello es fundamental dejarse aconsejar por expertos que nos proporcionen una higiene y educación postural propias de este deporte. Raúl Fernández se dedica a ello desde hace más de diez años, tiene una clínica en Molina de Segura (calle Viena 22) y se ha especializado en golf, donde es muy fácil tener una lesión fruto de un mal movimiento a la hora de hacer el swing o de agacharse a por la bola. Tiene 35 años, es cartagenero, vive en Altorreal con su novia Cristina y espera que pronto le dé el «sí» y para formar una familia.

¿Desde cuándo se dedica a la fisioterapia y, en concreto, en el ámbito del golf?

Llevo ya más de diez años dedicado a la fisioterapia del deporte. Primero fui fisioterapeuta en la Federación Murciana de Fútbol, donde estuve tres años, y donde acabé siendo jefe de los servicios, y posteriormente me metí de lleno en el golf, primero como fisioterapeuta de la Escuela de Miguel Ángel Jiménez, y luego con las escuelas de Golf del Club de Golf Altorreal, donde estuve cuatro años más.

¿Por qué se especializó?

Primero porque me encanta este deporte y en segundo lugar, porque veo un amplio abanico de posibilidades de trabajo tanto con jugadores profesionales como amateurs. La gente que desconoce este deporte no sabe lo importante que es para el trabajo físico. Cada vez vemos menos golfistas con tripa y más musculosos y eso, como todo, se trabaja y mucho.

¿Los jugadores acuden a usted cuando están lesionados o de manera preventiva?

El mejor tratamiento para las lesiones es el que no se da. Lógicamente, para no llegar a tratar una lesión hay que hacer un trabajo preventivo, pues el trabajo más importante es el que hacemos en clínica para llevar un mantenimiento. Desgraciadamente nunca se puede prevenir un esguince de tobillo o una caída, por ejemplo. Cuando esto sucede es mejor tratar lo antes posible para que el tiempo de baja sea menor y la lesión no deje secuelas.

¿Qué tipo de tratamientos son los que aplica en el golf?

En el tratamiento preventivo tratamos los músculos implicados en la práctica del golf. En el swing, por ejemplo, movilizamos una cantidad importante de músculos y todos deben de estar en perfectas condiciones para que el movimiento sea lo más liberado posible. Cuando un jugador tiene contracturas en el cuello, le duele el codo, la rodilla o la cadera, difícilmente su swing será como él quiere. Por todo eso el tratamiento en clínica está orientado para descargar la musculatura, hacer muchos estiramientos y fortalecer músculos para prevenir lesiones. Las lesiones más frecuentes son las contracturas musculares, tendinitis en hombros y codo, y con menos frecuencia incluimos esguinces y roturas musculares.

¿Qué tipo de calentamiento recomienda antes y después?

Es muy importante calentar bien antes de salir al campo. Debemos adecuar la temperatura de nuestro organismo para afrontar mejor el ejercicio que vamos a realizar, ya que esto nos va a ayudar a que no suframos lesiones o a que, si las sufrimos, sean de menor gravedad. Los ejercicios que se hacen antes de iniciar la partida deben ir encaminados a la movilización de las articulaciones y subir las pulsaciones. Es tan importante calentar bien antes de jugar como estirar después para relajar la musculatura.

¿Ha pasado por sus manos algún jugador de élite?

He tenido la suerte de poder conocer y tratar a grandes jugadores de golf, como Miguel Ángel Martín, Carlos Rodiles, Carlos Suneson o Mauricio Marín. Suelo asistir a los torneos como fisioterapeuta, me llevo mi camilla portátil y mi botiquín de trabajo, y me instalo en los vestuarios o me desplazo una vez acabada la jornada a los hoteles de los jugadores y paso por las habitaciones para descargarles o tratarles.

¿Que deben tener en cuenta los golfistas para no tener lesiones?

Sobre todo dejarse aconsejar por un profesional. Está claro que los estiramientos y el calentamiento es sabido por todos como norma básica para no lesionarse, pero se queda muy corto para evitarlas.

¿Tiene alguna anécdota?

Hace unos años, cuando empezaba con esto del golf, fui a un torneo donde, después de tratar a Carlos Rodiles, me propuso hacerle también de Caddie. Yo, por supuesto, le dije que lo haría encantado. Como aún no me manejaba bien con las reglas de juego, hubo un par de veces donde Carlos me tuvo que corregir sobre normas básicas, hasta el punto de tocar una bola sin darme cuenta, lo que le costó, por mi culpa, un par de golpes de penalización. En aquella ocasión me habría escondido bajo tierra de la vergüenza. Lógicamente, la cara que se le quedó a Carlos no fue de muchos amigos. Después de eso me retiré de mi carrera como Caddie.