Hace exactamente un mes comenzaba, de forma oficial con su primer partido, el periplo en Segunda División del almeriense Francisco Rodríguez como entrenador del UCAM Murcia CF. El nuevo técnico de la escuadra universitaria recogía al equipo defenestrado en la tabla, penúltimo con 18 puntos.

Tan solo 31 días después, el UCAM vuelve a respirar. Sin grandes alardes y cambios en la estructura de la plantilla, en la que únicamente se efectuó un proceso de limpieza necesario en el que se eliminó a activos que no contaban con minutos, Francisco ha fundamentado su once sobre jugadores que ya se encontraban en la disciplina universitaria. Si bien su tarea durante este tiempo ha sido meramente psicológica, recuperando a jugadores que no gozaban de oportunidades como el guardameta Biel Ribas, el central Hugo Álvarez, los centrocampistas Juande y Basha, o los atacantes Vicente y Natalio, no solo se ha conseguido recuperar a los citados en lo anímico, sino implicar al resto en lo futbolístico.

Además de los cuatro refuerzos invernales, de los que, por el momento, ninguno ha tomado un protagonismo esencial -si acaso el último en llegar, Iban Salvador, parece que será importante-, el resto de una plantilla que no creía en su anterior técnico vuelve a mostrarse implicada para dar un giro de tuerca y sacar la situación adelante.

Por tanto, la mejora sustancial que ha provocado que el UCAM salga del abismo se centra en aspectos defensivos. En los seis partidos que Francisco lleva dirigidos en Liga, el número de goles encajados ha sido de cuatro, y dos de ellos, en el mismo duelo ante el líder Levante. En tres ocasiones ha conseguido quedarse la puerta de Biel Ribas a cero, en un fortín como Santo Domingo, Alcorcón, y en La Condomina ante Zaragoza y Sevilla Atlético.

Si bien es cierto que el talón de Aquiles de esta plantilla sigue siendo la producción goleadora, ya que necesita alrededor de una decena de ocasiones para hacer gol, el UCAM ha firmado los mismos tantos que ha encajado en dichos duelos: otros cuatro. Sin embargo, el bagaje de puntos cosechado en esos duelos es esperanzador: 9 de los 18 posibles que, un mes después, han permitido salir al equipo universitario de los puestos de descenso.

Y si los primeros vestigios de Francisco en el área técnica del UCAM han sido notables, el calendario del próximo mes seguirá ofreciendo buenas oportunidades al conjunto entrenado por el almeriense de seguir sumando puntos vitales en su propósito. Cuatro de los próximos cinco encuentros que disputarán los universitarios les medirán ante equipos de la zona baja de la tabla, todos, a día de hoy, rivales directos del UCAM Murcia por la permanencia.

El primero, en Elche este domingo a partir de las 18.00 horas (LaLiga 1|2|3 TV). Únicamente tres puntos separan a ambos conjuntos en la clasificación. Al igual que sucediera ante el Córdoba, puntuar fuera de casa, si después se consigue un triunfo como local, podría permitir al UCAM alcanzar a los ilicitanos en la tabla. En diez días recibirá en La Condomina a un Real Valladolid al que ya ganó en el estadio José Zorrilla en lo que significó el primer triunfo en el fútbol profesional para los universitarios. No obstante, el conjunto pucelano es el único equipo de los próximos rivales que aspira actualmente a entrar en puestos de play off de ascenso.

Y tras esto, tres partidos clave. Visita a Almería, encuentro en casa ante el Mallorca y viaje a Anduva para medirse al Mirandés. Los tres conviven con el descenso, y extraer buenos resultados ante tres rivales directos como esos podrían significar un primer paso vital hacia la permanencia. Lo que sí ha quedado claro es que el UCAM está más vivo que nunca, con la moral por las nubes, y se ve capaz de puntuar ante cualquier rival.