No es el Villanovense un equipo que suela rascar muchos puntos a domicilio, pero en la tarde de ayer lo hizo con bravura en el difícil campo del Cartagonova ante un líder que las pasó canutas para sumar el punto que le mantiene en la primera posición con un punto de ventaja sobre el Marbella.

El conjunto cartagenerista fue a remolque en la primera parte, debido a que Owona anotó para los extremeños al cuarto de hora. Gonzalo Verdú empató al borde del descanso y a pesar de que los cartageneristas pusieron más empeño en el segundo acto, todo se quedó en nada y el reparto de puntos acabó siendo lo único que pudieron llevarse unos y otros.

Alberto Monteagudo propuso sobre el césped del Cartagonova el mismo once inicial que el pasado domingo saltó en el campo del Almendralejo en la victoria ante el Extremadura. La recuperación de Arturo, quien esta semana estuvo convaleciente de un fuerte golpe precisamente ante el conjunto extremeño, no fue un obstáculo para que volviera a saltar de inicio en el conjunto albinegro.

El bloque cartagenerista no lo tuvo nada fácil casi desde el arranque del encuentro ante un oponente que atosigó en la salida de balón desde atrás con tres hombres, lo que dificultó muchísimo que Rivero se erigiera protagonista con el esférico en medio campo. El FC Cartagena jugaba atropellado, demasiado impreciso y además con una marcha menos de lo que nos tiene acostumbrados. Cristo Martín, como casi siempre, corría y corría por toda la parcela ancha del campo buscando un balón con el que apenas sacaba provecho cuando intentaba moverlo, mientras que Sergio García estaba demasiado constreñido a la banda derecha, casi sin espacio para sacarle jugo a su punta de velocidad.

Arturo, por su parte, se encontró con un peso pesado en el eje de la defensa rival, Owona, que supuso una auténtica pesadilla para el cartagenero. El central villanovense fue a todas y en la mayoría superó al atacante local.

Aunque el Villanovense no se mostraba como un equipo con ganas de tener el balón, sí que era capaz de robar rápido, tocar con fluidez en medio campo e intentarlo en los momentos sobre todo donde tenía la oportunidad de hacerlo a balón parado.

Así llegó el 0-1 en el minuto 15, con un centro al área de Limones y un buen remate que el cancerbero local supo sacar en una gran estirada. La mala suerte para el portero es que el balón impactó en el palo y Owona, atento, remató, ahora sí, a placer ante la infructuosa estirada del cancerbero cartagenerista.

El bloque albinegro andaba falto de ritmo, quizá espeso en ataque y con una marcha menos en este tramo del partido, que le pesó demasiado en la espalda de sus jugadores para intentar la remontada.

A pesar de querer dominar y hacerlo en gran parte del choque, al FC Cartagena le costaba un mundo llegar con claridad a la meta de Wilfred. No gozó en el primer periodo de oportunidades claras de gol, excepción hecha del tanto de Gonzalo Verdú. Muchos fueron los saques de esquina desaprovechados, y cada vez más el desasosiego del público al ver que su equipo era incapaz de reaccionar.

Un cabezazo en propia puerta de Pajuelo en el minuto 38, que pasó rozando el poste izquierdo defendido por Wilfred fue la ocasión más peligrosa en todo este tiempo, lo que demostraba la incapacidad de los de Monteagudo de morder en el área rival.

Pero el FC Cartagena tuvo la oportunidad de empatar el encuentro en el último instante de la primera parte, tras una falta botada por Rivero desde la derecha que mandaba al segundo palo. Gonzalo Verdú entró como una exhalación y, libre de marca, mandó un perfecto derechazo que supuso el empate, justo segundos antes de que el colegiado pitara el final de la primera parte.

En la segunda parte el Villanovense acabó cediendo terreno en búsqueda de una contra letal, que pusiera contra las cuerdas al líder. El FC Cartagena dio un paso hacia adelante con un soberbio Quique Rivero, mucho más participativo, rápido y con el hueco entre ceja y ceja. Juanlu Hens no encontraba su sitio, demasiados balones perdidos, demasiado lejos del área, donde hace realmente lo más peligroso, se fue diluyendo hasta que el entrenador decidió relevarlo.

Conforme pasaron los minutos el encuentro se tornó en un peligroso ida y vuelta del balón, en el que no salía nada bien parado el conjunto local. A pesar de que el técnico local cambió a sus dos hombres de arriba, Chus Hevia y Fernando apenas pudieron gozar de espacios ni del balón en los pies.

Protagonismo tomaron entonces los dos centrales locales, que tuvieron que actuar de apagafuegos en las continuas oleadas de ofensividad que empezaron a sucederse. Moisés y Zabaco tuvieron una actuación soberbia en todo este tiempo y evitaron que Limones pasara apuros.

El equipo visitante lo intentó con un disparo de Curro que detuvo Limones sin dificultad y un centro al segundo palo claro para Candelas, que se resbaló sin llegar al balón.

Juanlu la tuvo en el minuto 63 al encontrarse al borde del área un balón suelto tras un rechace, pero el cordobés con calidad para meterla, la mandó un tanto escorado cuando ya se cantaba el gol en la grada.

También lo intentó Rivero en una bonita acción por banda izquierda con un Jesús Álvaro, que se convertía en el gran baluarte defensivo, pero también en el mejor respaldo ofensivo para Cristo.

El choque se fue muriendo con el empeño de unos, los locales, de hacer el gol en el tramo final, y el de otros, el Villanovense, capaz de aprovechar algún despiste del Cartagena en una de sus rápidas contras.

El partido murió en un balón dentro del área del equipo visitante, con un posible agarrón que el colegiado no vio pues prefería entonces pitar el final del partido.