La Hoya Lorca empezó con mal pie el nuevo año tras perder contra el Almería por 1-3. Los lorquinos, escasos de todo, cayeron ante un equipo más entero, mejor plantado en el campo y con las ideas mas claras. Miguel Rivera ganó claramente la partida a Campos, que da muestras de impotencia.

Dos meses después regresaba el fútbol al estadio Artés Carrasco. El césped presentaba mejor aspecto, pero el balón no rodaba uniforme. El ambiente en la grada fue frío tanto por la temperatura como por la situación del equipo lorquino. Pobre entrada pese a ser el primer choque del 2015.

El técnico local, José Miguel Campos, tuvo que inventarse un centro de la defensa inédito. La indisposición de Alcántara obligó a debutar al valenciano Dani Peralta, quien ocupó dupla con el lumbrerense Antonio López. La Hoya salió sin intensidad, muy frío, escaso de velocidad. El Almería B lo hizo con la defensa adelantada, líneas muy juntas y dos hombres ofensivos. En la primera media hora, la impresión era que los visitantes tenían las ideas más claras sabían a lo que jugaban mientras que los locales dominaban, llegaban más veces al área rival a base de arreones, pero sin un sistema definido y sobre todo, se les hacía de noche en los metros finales.

Para colmo, la defensa hoyera no dio sensación de seguridad. Los zagueros locales tienen muchas limitaciones técnicas pero se empeñan una y otra vez en sacar el balón jugado. Demasiadas facilidades para el rival. En el minuto diez, el Almería B se adelantó en el marcador. Desacierto total en la defensa local, parada en primera instancia de Raul Moreno, pero la pasividad de sus compañeros permitió que el rechace lo convirtiera Dani Romera en el primer gol de la noche.

Los lorquinistas ya iban contrarreloj. Tenían más el balón, controlaban el juego a la hora de atacar, pero no ajustaban cuando los almerienses salían desde atrás con velocidad. Asi llegó el segundo. Una acción de contragolpe acaba en córner. La pizarra de Miguel Rivera fue interpretada a la perfección por sus jugadores. El disparo de Adri desde la frontal sorprendió a Raúl Moreno.

Los lorquinos reaccionaron. Llegó la primera intervención de Gianfranco a cabezazo de Pau Franch. Fue un presagio. El saque de esquina botado por Hugo Rodríguez lo cabeceó el mismo Franch acortando distancias.

Dio la impresión de que podía llegar el empate pero los defensores locales eran unas madres; daban todo tipo de facilidades a los veloces atacantes visitantes y además querían hacer rondos en la frontal de su propia área. Así llegó el tercero. Rápida incursión de Iván Sánchez por la izquierda, demasiadas dudas en la defensa y Dani Romera aprovecha otro regalo de Reyes de los hoyeros cuando restaban cuatro minutos para el descanso.

Campos siguió intentando buscar soluciones. Dejó en la caseta al central, debutante desafortunado, Dani Peralta, y dio entrada al delantero calasparreño Higinio. Escasa aportación de este. La Hoya jugó con tres delanteros centro,pero el principal problema seguía sin resolverse. No había equilibrio en la parcela ancha donde los centrocampistas almerienses ganaban la partida de una forma muy clara a los locales. David Cuerva, muy desaparecido. No había juego de creación. El técnico hoyero dio entrada al canterano Juan Hernández en lugar de un inédito y decepcionante, cada vez más, Antonio Pino. La actitud del filial almeriense estaba muy por encima de la escasa motivación de los locales.

Campos, con las manos en los bolsillos,transmitía muy poco a los suyos. Álvaro Muñiz dio algo de cordura al medio campo cuando salió, pero ya era demasiado tarde.