El empresario Sandro Rosell, presidente electo del FC Barcelona, intuye que los días que coincidirá con Joan Laporta hasta el 30 de junio serán de "una transición pacífica", presidida por el "sentido común" por el bien del barcelonismo. Los estatutos obligarán a la cohabitación entre ambos durante este tiempo. El mandato de Laporta se agota el 30 de junio y Rosell, el gran ganador de las elecciones del domingo, tomará posesión de su cargo el 1 de julio. Hasta entonces, uno y otro deberán entenderse obligatoriamente.

En una multitudinaria rueda de prensa, Rosell confirmó que lo primero que hizo fue llamar a Laporta y después mantuvo un intercambio telefónico de impresiones con el entrenador, Pep Guardiola. "Laporta se ha puesto a nuestra disposición. Estoy convencido de que la transición será más pacífica de lo que había pensado, más tranquila y con más sentido común de lo que imaginaba", dijo.

El presidente electo del Barça tiene esta percepción porque el domingo, tras confirmarse su victoria electoral, Laporta le felicitó públicamente y por un momento dejaron atrás las diferencias personales, que les llevarán a ambos a los tribunales después de la demanda que Rosell presentará por calumnias a Laporta. "No me lo esperaba, me abrazó, pero ahora lo importante no es lo que ocurrió ni lo que sentí, sino hacer las cosas bien en todos los sentidos", añadió. "Hay que separar las cuestiones personales de las profesionales, haremos el esfuerzo, espero que desde el otro lado también lo hagan. Hay límites que no puedes dejar pasar en la vida. La parte institucional la sabremos hacer con mucho sentido común, que es lo que esperan los socios de nosotros", insistió.