El año que ahora comienza será uno de los más importantes en la historia de Subaru en nuestro país. Para empezar marcará la entrada de la marca en el segmento diésel -con sus Legacy y Outback que llegarán en mayo- y culminará la profunda renovación de su gama que comenzó a finales del pasado año con los nuevos Justy e Impreza -que ya disfrutan de una excelente acogida comercial-, que continúa ahora con el nuevo Tribeca y al que pronto seguirá un totalmente nuevo Forester. Lejos de un restyling o lavado de cara, el nuevo Tribeca no sólo evoluciona en el plano estético -mucho más en sintonía con la nueva imagen de la marca- sino que adopta muchas mejoras en el apartado técnico que van desde un nuevo y más poderoso motor de 3,6 litros y 258 CV, a una mejorada caja de cambios o una profunda revisión a las suspensiones, que hacen del nuevo Tribeca uno de los SUV -todocamino- más suaves, refinados y progresivos del mercado.

Los cambios que se dan cita en el nuevo Tribeca son muy numerosos, de entrada cambia hasta el nombre, ya que antes se denominaba B9 Tribeca y ahora pierde el sobrenombre.

Comenzando por la estética, y aunque lo que más destaca es su nueva calandra, que le confiere un aire mucho más sólido y robusto, hay que decir que casi todo es nuevo, desde los paragolpes, a los grupos ópticos, pasando por el nuevo capó delantero de aluminio, o las ventanillas traseras -ahora más grandes y cuadradas, lo que mejora la visibilidad y la luminosidad de las plazas traseras- y el nuevo conjunto del techo que incluye barras portaequipajes y un bien integrado alerón trasero.

Pasando al interior, lo cambios son pocos, no en vano, el Tribeca ha sido premiado -'el interior más bonito del mundo' reza uno de sus galardones- por ello, sin embargo se aprovecha para mejorar aspectos como el acceso a la tercera fila de asientos -al abatir los centrales se deslizan también hacia delante-, el equipo de sonido o la pantalla de DVD instalada en el techo.

En el capítulo técnico es donde encontramos las novedades más destacadas. Así, desde el refuerzo generalizado del chasis, que mejora no sólo la seguridad en caso de accidente -el Tribeca ha obtenido las 5 estrellas en las pruebas de colisión norteamericanas-, sino que reduce flexiones y torsiones, permitiendo trabajar mejor a las suspensiones -cuyo esquema también ha sido revisado profundamente-, al motor o la caja de cambios todo se ha optimizado. El motor sigue el esquema clásico de Subaru, es decir cilindros opuestos o boxer, en este caso seis, pero pasa de los anteriores 3.0 litros a los actuales 3.6 litros, con lo que la potencia pasa de los 245 a los 258 CV a 6.000 vueltas -600 menos que antes- y lo que es mejor el par motor sube de los 297 a los 350 Nm a 4.000 rpm -200 menos que antes-. El nuevo motor es más eficiente, suave y progresivo. Lo mismo sucede con la caja de cambios automática de cinco velocidades, que se ha optimizado hasta conseguir una progresividad y suavidad impresionantes. El clásico sistema de tracción total permanente simétrico -que tantas satisfacciones ha dado a la marca en el terreno deportivo y comercial- permite explotar a fondo el conjunto chasis/mecánica, mientras que las ayudas electrónicas vienen a corregir cualquier error que cometamos.

En nuestra toma de contacto pudimos rodar con el nuevo Tribeca en todo tipo de circunstancias y quedamos encantados con las virtudes dinámicas del conjunto. Desde su manejabilidad en ciudad, a su buena respuesta en carretera o su elevado confort en autopista. Lo que ya no esperábamos es la tremenda efectividad que el nuevo Tribeca demostró circulando por caminos y a velocidades de ¡tres dígitos! El control y la seguridad que trasmite es... total.

Por último, decir que Subaru sigue ofreciendo dos completísimos niveles de acabado -Classic, con climatizador bi-zona, faros de xenon, etc. y Limited, que añade el cuero, el navegador, el techo solar, etc.- ambos en versiones de 5 ó 7 plazas, y que los precios sólo han subido 1.000 euros respecto a su antecesor -si aplicáramos el mismo baremo de impuestos- moviendose entre los 45.900 y los 53.900 euros.