Novillada sin picar donde se disputaba la ‘Espiga de Plata’ en el municipio de Calasparra. Con más de un cuarto de entrada, abrió plaza el murciano José Ángel Noguera ‘Angelín’, que tuvo un rival poco colaborativo. El de Beniel puso deseos y ganas de triunfo, intentando realizar la faena por ambos pitones, pisando terrenos comprometidos, hasta llegar a sufrir un revolcón. Sus deseos se estrellaron ante un utrero con muy poco que torear. Saludos desde el tercio.
Samuel Navalón, torero de corte clásico que mueve las manos con mucho temple y de toreo bastante interesante. Repartió la suerte de banderillas con su compañero Iván Rejas con buen gusto. Ligó tandas por ambos pitones con muy buen gusto. Cerró la faena con luquesinas y bernardinas, siendo también volteado. Alargó en demasía la faena y concluyó con estocada ‘traserísima’. Le sonaron dos avisos. Obtuvo un trofeo.
El onubense Luis García Palacios tuvo una faena de intermitencia, que no transmitió con el público. Hubo momentos que mostró muletazos de buen corte. Dos estocadas que hacen guardia. Ovación desde el tercio.
Con Iván Rejas llegó el toreo alegre que cala más en el espectador que en el aficionado. Colocó banderillas de suerte desigual, saliendo volteado dos veces. Con la muleta realizó un toreo de corte alegre y variado. Concluyó con una estocada tendida que fue efectiva. Consiguió desorejar a su rival.
Cerró el festejo el cordobés Enrique Herreros, que aún está muy verde para este oficio, pero que aún tiene carrera por delante, a la que tendrá que dedicar mucho esfuerzo. Le costó finalizar la faena, recibiendo dos avisos.
El encierro fue de la ganadería de Martínez Campos de Santa Elena en Jaén, de presencia desigual, salvo el primero y el cuarto, que fue premiado con la vuelta al ruedo.
En sustitución de la suerte de varas, todos los acartelados realizaron una suerte de quites, algunos muy relevantes, como fue el caso de Samuel Navalón.
El jurado de la ‘Espiga de Plata’ decidió otorgar el galardón al novillero granadino Iván Rejas.
