Recuerdo al profesor Roque Ortiz Silla a mediados de los 80, interviniendo en una de las mesas redondas que organizaba la revista Campus, y poniendo de manifiesto una constante que le acompañaría durante toda su vida docente: siempre acudía cuando se le requería.

Roque Ortiz Silla estudió Ciencias Geológicas en la universidad de Granada, pero pronto se trasladó a la de Murcia de la mano del que fue su maestro, Luis Alías.

Fue el profesor Alías quien le insufló otra característica que le acompañaría durante todo su período académico: la pasión por la Ciencia del Suelo.

A principios de la década de los 70 comenzó a trabajar en la Universidad de Murcia. Poco después consiguió la plaza de profesor adjunto de Edafología, y en 1989 obtuvo la de catedrático para explicar Edafología y Geología en la facultad de Biología, en la que ha dado clase desde entonces.

Son centenares, quizás miles, los alumnos que han acompañado al profesor Ortiz Silla para acceder en sus clases a sus explicaciones sobre los suelos regionales.

Él fue el auspiciador y principal impulsor del Museo de Suelos de la UMU, una infraestructura en la que trabajó durante una década y que vio la luz a finales de 2015.

Los suelos fueron una de sus grandes pasiones profesionales. La otra, que tampoco abandonó en sus cuarenta años de docencia, fueron los alumnos, a los que se consagró durante toda su etapa como profesor.