La editorial Pathosformel es un pequeño sello independiente con voluntad de subvertir el orden cultural y editorial. Sus publicaciones están marcadas por el gusto por lo macabro, la violencia gratuita y el splatterpunk, o extrema violencia.

De sus últimas apuestas destacamos dos: una ficción y un ensayo. En la primera, titulada sin ambages Venganza extrema, encontramos dos narraciones breves conectadas entre sí. Las dos abordan el mismo tema, cruzan un personaje y se valen de los mismos recursos narrativos: el ajuste de cuentas por parte de mujeres contra hombres y la sorpresa. El asunto central, como anuncia el título, es la venganza escenificada en violentas situaciones de carácter sádico y brutal. 

En el primer relato, Killstreme, conocemos a Wesley, un hombre aficionado a las películas snuff que solo encuentra el placer sexual a través de estas sórdidas películas protagonizadas por chicas asesinadas de forma salvaje. Un día, a través de la deep web, recibe una invitación para participar en una de estas oscuras, aunque para él deliciosas, películas. Lo que quizá no sabe es que su sorpresa consistirá en un espectáculo más depravado y salvaje de lo que se imagina. El cielo del placer sexual y el infierno del horror corporal, a través del dolor, pueden encontrarse en un mismo lugar. 

Violencia física, venganza, mutilaciones y sobre todo, algo que nadie jamás se podría esperar: el juego del calcetín. ¡CALCETÍN! Apunten esta palabra antes de leer el libro.

La siguiente historia dentro de Venganza extrema, La venganza de Casey, comienza como un el típico cuento de hadas americano, con baile de fin de curso y amor juvenil incluidos, que se tuerce en la curva de la infamia y la vileza moral para terminar como ya nos advierte el título. Un relato que tiene mucho de cine de exploitation tarantinesca, dotado de un gran efectismo visual y visceral y que parece servir para saciar los instintos más bajos de nosotros, los atentos y pasivos lectores. Sobre todo lectoras. Su autora, Rayne Havok, escribe con una prosa afilada y mordaz, alejada de efectismo. Se vale de un estilo directo y crudo que puede llegar a hacer que se nos revuelvan las tripas.

El siguiente título que nos presenta Pahosformel es Contra la libertad, un ensayo firmado por el genial Colectivo juan de madre. Un alegato que trata de desmontar, a través de planteamientos sociológicos y filosóficos, la crítica cultural y performances fecales, el mito del libre albedrío. En estas páginas se cuestiona la construcción del yo y la libertad individual. La libertad y el yo, sostiene juan de madre, son ilusiones que a lo largo de la historia, y sustentadas por el capitalismo, nos han permitido, de algún modo, sobrevivir como especie. Por eso, en este libro también se expone la propuesta de una película inmersiva que trata de hacernos conscientes de que no somos dueños de nuestra consciencia (valga la contradicción). 

El lector, al final de estas páginas y quizá demasiado tarde, descubra que ha sido víctima de una infección premeditada. Víctima de un experimento, de una infección bacteriológica.