El Museo Ramón Gaya continúa descubriendo al artista que le da nombre. Y lo hace desde más allá de la pintura. En innumerables ocasiones, el espacio de la Plaza de Santa Catalina ha reivindicado la faceta como escritor del murciano, por ejemplo, pero, en esta ocasión, la dirección ha querido acercarse más -y, consecuentemente, acercar al visitante- a la persona. Con esta voluntad nace Gabinete de curiosidades, una muestra que se inauguró ayer y que presenta una serie de objetos, de uso diario, corrientes y sencillos, que se encontraban en su casa-estudio.

Así, la exposición incluye, por supuesto, paletas, pinceles, plumas de bambú y espátulas, pero también postales, libros de su biblioteca personal, cerámica popular y reproducciones de obras de Van Gogh, Velázquez, Rosales y Miguel Ángel, entre otros. «Todas estas cosas formaban parte indispensable en el entorno del pintor; estaban siempre al alcance de su mano», explican desde el Gaya, que para la inauguración contó con la presencia de la viuda del artista, Isabel Verdejo.