El Festival de Teatro de Molina de Segura encara la recta final de su quincuagésimo segunda edición con una intensa jornada que incluye tres espectáculos, uno de ellos con una docena de sesiones. Se trata de Ronem Ram, un proyecto entre el montaje y la instalación a cargo de Jesús Nieto, el hombre tras la Onírica Mecánica; pero, además, el circo volverá al Colegio Público San Antonio con Los viajes de Bowa, de La Gata Japonesa, y la banda murciana Bosco pondrá banda sonora al festival con un concierto en el Auditorio Municipal Tomás Fernández Gil.

La jornada comenzará con la Onírica Mecánica, que desde las seis de la tarde –y cada veinte minutos– estará ofreciendo pases de Ronem Ram, una ficción especulativa sobre un planeta dañado. «Es una evocación dolorosamente bella de una realidad desaparecida, contada en retales y paisajes de naturaleza y envuelta en una brisa cálida de melancolía», señalan desde el Teatro Villa, espacio que acogerá las representaciones.

Esta pieza, que propone una reflexión sobre la crisis climática a partir del actual colapso medioambiental del Mar Menor, es un complejo dispositivo escénico de ciencia-ficción que combina artes plásticas, arte sonoro y diversos recursos tecnológicos desde una mirada narrativa y teatral. «Cada espectador/visitante recorrerá, siguiendo el sonido de sus auriculares, diferentes piezas plásticas interactivas y alguna presencia humana en un extraño viaje a un ecosistema especulativo de futuro», explican sus responsables.

Por su parte, Los viajes de Bowa es el segundo espectáculo de La Gata Japonesa tras Lumières Foraines. Se trata de una delicada pieza dirigida por Lucas Escobedo e interpretada por Elena Vives (artista circense de consolidada trayectoria internacional) que, con un lenguaje poético y no exento de humor, pretende reconstruir los estados emocionales de su protagonista a través del lenguaje del circo: malabares, magia, manipulación, equilibrios, acrobacias aéreas, etc. Ella es Bowa, una joven nómada y huérfana de raíces y sueños que un día encuentra una botella con un mensaje y emprende un viaje que le cambiará la vida para siempre.

Por último, desde las nueve de la noche, Bosco –quizá la banda más teatral de la Región– ofrecerá un concierto en el Parque de la Compañía en el que, además de repasar algunos de los mejores temas de su trayectoria, reivindicarán su pasión por la dramaturgia, la poesía y la danza desde su particular psicodelia. Hablamos de un grupo que viaja del rock clásico y progresivo al pop, el folk y el reggae con incursiones en la experimentación sonora, los mantras y los cantos chamánicos.